Bueno señores, la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos le conectó un gancho al hígado a Trompo Loco con el asunto del DACA. Le dijo nada de nada, el DACA se queda y usted pronto se va… ¡Felizmente!

 

La decisión de la corte fue una sorpresa para muchos, pues debido a la presencia de tantos jueces conservadores en ese organismo era muy probable que la petición de eliminar el programa hecha por Trompo Loco fuera aceptada.  Pero resultó lo contrario.  Deportar estudiantes y jóvenes profesionales es algo tan sucio e indigno que la mayoría de los jueces decidieron decir que no.

Solo los adeptos de Trump como el llorón, Alito, y el bueno para nada de Clerence Thomas, votaron para acabar DACA. Por cierto, ¿Para que ha servido tener un afroamericano como Thomas en la Suprema Corte si nunca ha votado por nada en favor de las minorías? Lamentablemente los jueces de la Suprema Corte tienen el cargo hasta que se mueran o se retiren.

Le rogamos a Dios que Clerence Thomas se tenga que retirar.  No le estamos deseando nada malo, pero sí que deje el claro.

 

Por otro lado, en Michigan ya se abrieron las tiendas. ¡Que bueno! Pero si la gente no toma precauciones para evitar el contagio del Coronavirus ¡Que Malo!

El lunes vimos a mucha gente en las tiendas sin mascarillas.  Parece que es bueno recordarles, que el condado de Kent actualmente está ocupando los primeros lugares en contagios y que el numero de muertos va por mas de cien.  Dice un viejo refrán que “guerra avisada no mata soldado”.

 

Señores y continúan los incidentes entre la policía y las comunidades pobres, especialmente la afroamericana.  El pasado fin de semana en Atlanta un agente le disparó por la espalda a un hombre que trataba de evadir el arresto ¿¡Qué es eso?! ¡¿Son policías o son solados en el campo de batalla?!  Dispararle a una persona que huye se conoce como “Ley de Fuga”, la cual solo se aplica en la guerra cuando un prisionero escapa y en las dictaduras donde no hay estado de derecho.

 

Hasta cierto punto no se puede echar toda la culpa a los agentes.  Los verdaderos culpables son los que los entrenaron, que les hicieron creer que actuar con violencia contra civiles es una forma correcta de mostrar autoridad. ¡Que forma tan atrasada y estúpida de ver las cosas!

La autoridad se gana con el respeto y el respeto se logra respetando a los demás.

Lamentablemente, por esas enseñanzas tan desfasadas, muchos jóvenes que entran a trabajar como policías terminan cometiendo crímenes y en las cárceles, lo cual no es justo. Pues el policía es un hombre que tiene uno de los trabajos más difíciles.  Arriesga su vida para proteger a otros y recibe el mismo sueldo o mucho menos que el que está sentado en un escritorio bebiendo café.

Ojalá que realmente se reformen los llamados “protocolos”.

 

Nos vemos en los próximos Jalapos si la virgencita lo permite.