El pasado jueves, la Dictadora, Greñita y el Cuco informaron de lo grave que sigue la situación del Coronavirus en Michigan, especialmente con los afroamericanos. Quienes según las estadísticas son 14 por ciento de la población del estado y sin embargo son el 38 por ciento de los casos de la enfermedad y 41 por ciento de las personas que mueren por la misma.
Como de costumbre, ignoraron a los hispanos que son en muchos condados mas del 50 por ciento de los casos.
Los tres (y no los que echaron a Pedro en el pozo como dice un refrán) salieron como siempre a decir que están como Súperman combatiendo el virus. Muy bien, pero hasta ahora no se ve mucho esfuerzo en orientar a los latinos. Es necesario que publiquen mas información en español y hagan también videos en español para correrlos en los medios sociales. ¿Oyó Dictadora? Ya lo sabe.
La semana que viene es la tercera después de las nuevas restricciones al final de las cuales, según había dicho la Dictadora, harán una evaluación de la situación y decidirán si continúan los cierres de las mesas de los restaurantes y los bares. Esperamos que el cierre no continúe, y que si ocurre así, le den ayuda a los propietarios de estos establecimiento para que no nos quedemos sin bares, lo cual sería para suicidarse. Los fanes del licor, (no alcohólicos como los mal señalan), están sufriendo mas que los propietarios de los bares!
Bueno, y dizque finalmente en pocas semanas tendremos la vacuna. Ya era hora, porque ya varios países de Europa, América Latina y Asia la están aplicando a su población, y Estados Unidos se ha quedado en la cola.
Hay gente que dice que no se la va a poner. Bueno, allá ellos. Lo que tiene que hacer el gobierno con esos incrédulos es, cortarle la esquina de una oreja como señal de que no está vacunados, para que nadie se les acerque ni los dejen entrar a los sitios públicos. Por un grupo de testarudos no hay que poner en riesgo a los demás.
Por otro lado, el señor Trompo Loco continúa en su afán de quedarse en la Casa Blanca pese a haber perdido las elecciones. Esperamos que los organismos encargados de la transición de mando tengan ya un plan B para solucionar el problema. También la habitación del manicomio donde lo van a meter a él junto a su amigo Frankenstein solos, porque ya ni sus incondicionales le están apoyando en su locura.
Por cierto que Frankenstein, también conocido como Rudolf Giuliani, tuvo las agallas de llamar a los trumpistas a obligar a los legisladores de Michigan a desconocer el resultado de las elecciones en el estado. La Procuradora General de Michigan, Dana Nessel, debió haberle puesto una orden de arresto y enviarlo al zoológico como espécimen raro. Resulta absolutamente increíble que alguien se atreva a pedir que se desconozca la voluntad de los votantes. Esperamos que cuando Estados Unidos salga de esta pesadilla se tomen medidas para evitar que este país vuelva a caer en manos de estos payasos.
Nos vemos en los próximos jalapos si la Virgencita lo permite.
