GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH). Varias personas se congregaron en la calle Monroe del centro de la ciudad el pasado jueves para mostrar su repudio al enclaustramiento de niños inmigrantes separados de sus padres por el Departamento de Inmigración.

La protesta titulada “Closet the Camps” es parte de una cadena nacional de organizaciones que vienen reclamando que se libere a los niños entregándolos a sus padres, pero la administración se niega a ello como parte de su política anti inmigratoria.

Las organizadoras de la protesta dijeron que “los norteamericanos están cansados de ver a los niños encerrados como animales en cajas de metal”.

Fátima y Yadira, dos jóvenes que participaron en la protesta explicaron que estaban ahí porque “hay hacer que la gente se de cuenta de la injusticia que se está cometiendo contra los niños”.

“Es un abuso imperdonable mantener niños encerrados, es inhumano, dijo Yadira.

Hace dos semanas una juez federal ordenó que los niños detenidos en las prisiones de Texas y Pensilvania por mas de 20 días fueran liberados.  Sin embargo la administración Trump parece hacerse sorda ante a la orden.

En el mes de mayo, la mayoría de los padres se negaron a designar un patrocinador cuando los funcionarios de ICE les preguntaron inesperadamente quién podría llevar a sus hijos si los adultos permanecían detenidos, según los abogados de las familias. La agencia afirmó que se estaba desarrollando una “revisión rutinaria de libertad condicional consistente con la ley” y las órdenes anteriores emitidas por la jueza Gee.

Los defensores de derechos de inmigrantes sostienen que el ICE debería liberar a todas las familias, especialmente porque el coronavirus se ha propagado rápidamente a través de los centros de detención

Schey explica que uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan es que el Acuerdo Flores se limita a los menores y no se extiende a los padres, lo que ha posibilitado a las autoridades actuar de manera “muy lenta” a la hora de liberar a las familias.

La esperanza que sean liberados juntos en ocasiones se ha vuelto un impedimento para que los niños salgan de los centros y se alejen de los focos de infección del coronavirus.

Después de la orden para liberar a los infantes ICE comunicó que está siguiendo la guía de los Centros para el Control de las Enfermedades ( CDC) y que evalúa constantemente a los detenidos para descartar algún riesgo de contraer COVID-19 y así “determinar si la detención continua es apropiada”.

Además, a través de un comunicado de prensa la institución dijo que a las familias se les ha dado la posibilidad de dejar salir a los niños bajo la responsabilidad de un patrocinador mientras ellos seguían detenidos o de que permanezcan junto a sus padres. “Los padres declinaron el ofrecimiento de las autoridades”.

Sophia Cortez, directora ejecutiva emérita de la Asociación Nacional Salvadoreña Americana (SANA) y consejera de la Coalición Latina de Los Ángeles, ahondó en el tema del patrocinador el cual ven como “obstáculo”, porque como mencionó ICE, ellos no quieren separarse de sus hijos o “no tienen parientes o conocidos a quienes dejarlos”.

El abogado Peter Schey por ejemplo, dirige un hogar que recibe a los niños no acompañados llamado Casa Libre, pero se necesitan más de estos centros o patrocinadores, de lo contrario los niños no tienen opción alguna de ser liberados.

Cortez también hizo énfasis en que, si solo los niños son liberados, muchos de ellos se enfrentan a una separación forzosa, lo cual es contraproducente.

ICE negó el mes pasado que busca poner a niños y padres ante una separación forzosa y ha recalcado “que todos sus procedimientos son en conformidad con las indicaciones del Departamento de Seguridad Nacional”.

Asimismo, certificó que los grupos familiares detenidos que pasan la entrevista de "miedo creíble" son dejadas en libertad en un lapso aproximado de 20 días.

Algo que no siempre se cumple de acuerdo con Schey, para quien el actual gobierno ha reducido en un gran porcentaje la liberación de padres junto con sus hijos dentro de dicho tiempo.

En la actual administración los padres continúan detenidos hasta que se completa el proceso de inmigración, “que puede llevar meses y meses. Ese es el problema que enfrentamos bajo la administración Trump” aclaró el abogado.

(Con información de Voz de América).