DÜSSELDORF, Alemania (AP) — El hombre más rápido del mundo ha sido suspendido por faltar a una serie de controles antidopaje.

Christian Coleman, quien ganó los 100 metros en el Mundial del año pasado y que era uno de los favoritos a la medalla de oro en los aplazados Juegos Olímpicos de Tokio, fue suspendido provisionalmente el miércoles por la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU por sus siglas en inglés).

La AIU actualizó su lista de deportistas suspendidos provisionalmente para incluir a Coleman, horas después de que el velocista estadounidense reveló los detalles del caso. Tiene prohibido participar en competiciones hasta que se tome una decisión final en una vista celebrada según las normas antidopaje o el código de conducta de World Athletics, el órgano rector del atletismo mundial.

Coleman logró salir bien librado de otro acusación de no poder ser localizado el año pasado, justo antes del Mundial. Pero el más reciente incidente podría derivar en una sanción de dos años, con lo que no podría competir en la cita de Tokio, aplazada al verano de 2021 por la pandemia de coronavirus.

En su cuenta de Twitter, Coleman explicó que los encargados de realizar la prueba no pudieron localizarlo el 9 de diciembre, cuando estaba en un centro comercial próximo realizando compras de Navidad. Fue su tercera infracción en un periodo de 12 meses.

Los deportistas tienen que informar sobre su paradero durante una hora al día, cuando tienen que estar disponibles para someterse a pruebas de drogas. Una violación supone que o bien el deportista no completó el formulario o que no estaba donde dijo que estaría cuando llegaron los expertos.

Coleman cuestionó por qué no recibió una llamada telefónica cuando los expertos no pudieron encontrarle, advirtiendo que recibió llamada “en cada otra oportunidad” que fue sometido a un control.

“Creo que el intento del 9 de diciembre tuvo la intención deliberada de perderme la prueba”, escribió.

La AIU argumentó que hacer la llamada no es un requisito y que usualmente le pide a los empleados no contactar a los atletas porque ello podría socavar el programa de controles.

“Todo aviso previo de una prueba, ya sea mediante una llamada telefónica o de otra manera, brinda a los atletas la oportunidad de manipular, evadir o abocarse en conducta impropia que pueda limitar la eficacia de la prueba”, señaló la AIU.

Algunos de las pruebas que Coleman se perdió previamente no fueron la AIU, sino con la Agencia Antidopaje de Estados Unidos, cuya normativa establece que las notificaciones telefónicas sólo se hacen cuando restan cinco minutos para cumplir el periodo determinado, “con el fin de confirmar que el atleta no está disponible, y no para ubicarle para la prueba”.

En su mensaje, el velocista dijo que ha estado apelando a su falta a la última prueba antidopaje durante seis meses ante la AIU, que se encarga del programa antidopaje de World Athletics. Coleman explicó que no hay constancia de que alguien hubiera ido a su domicilio y que si le hubieran llamado él estaba a cinco minutos de distancia.

Es la segunda vez que el deportista enfrenta una posible sanción por problemas con su ubicación.

Coleman se coronó en los 100 metros en el Mundial que se realizó en Doha, Qatar, el pasado septiembre, y la Agencia Antidopaje de Estados Unidos cerró el caso abierto por ausentarse de exámenes por un tecnicismo.

“Nunca he usado y nunca usaré suplementos o medicamentos para mejorar el rendimiento”, escribió Coleman el martes. “Estoy dispuesto a tomar una prueba de drogas CADA día por el resto de mi carrera por todo lo que me importa para demostrar mi inocencia.” 

“Nunca he utilizado, y nunca utilizaré, suplementos o medicamentos para mejorar el rendimiento”, escribió Coleman el martes. “Estoy dispuesto a someterme a una prueba antidopaje cada día por el resto de mi carrera porque todo lo que me importa es demostrar mi inocencia”.