Bajo la presidencia de Biden, el sector privado invirtió más de 100 mil millones de dólares para producir más vehículos eléctricos y sus partes en Estados Unidos.
Destinó fondos también a la creación de empleos para nuestros trabajadores automotores y fortalecer las cadenas de suministro nacionales, refirió a propósito de la visita la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Según la funcionaria, solo unas semanas después de que el mandatario promulgara la Ley de Reducción de la Inflación, las principales empresas anunciaron miles de millones de dólares adicionales en nuevas inversiones para la obtención de energía limpia en Estados Unidos y crear empleos bien remunerados.
En este aspecto, no obstante, la legislación no estuve exenta de críticas y una de ellas provino del líder de la minoría en la Cámara Alta, Mitch McConnell, quien criticó los créditos fiscales destinados a impulsar la compra de vehículos eléctricos.
En sus comentarios en el Senado el 28 de julio, McConnell dijo que «los demócratas quieren subsidiar a las personas ricas que compran estos autos, cuyos costos son superiores lo que gana el hogar estadounidense promedio en todo un año».
La Casa Blanca, por su parte, sostiene que la política implica más que recortes de impuestos, pues entraña inversiones clave para reducir las emisiones de carbono en aproximadamente un 40 por ciento para 2030.
