Por Ramón Peralta
Al momento de escribir este artículo todavía se estaban contando los votos del carnaval electoral, excúsenme de las elecciones, donde los políticos nos ponen a bailar y saltar para celebrar la “democracia” y luego se retiran tranquilos a sus casas para brindar junto aquellos grupos del capital que patrocinaron sus campañas. De ahora en adelante usted no verá esos personajes porque lo que buscan son sus intereses y no los del pueblo. Esa, aunque amarga, es la historia de siempre: unos pocos que gozan y otros muchos que sufren la resaca del carnaval porque los ganadores al llegar al gobierno se olvidan de ellos.
La excepción del presente carnaval para nosotros los hispanos es poner atención a qué pasará con las disposiciones del actual presidente, que mas que ningún otro, ha catalogado y tratado a los inmigrantes hispanos como “animales”, “criminales” y procedentes del “hoyo de las heces fecales”. Y mas que esos adjetivos, la cruenta acción que ha llevado a cabo con miles de niños, separándolos de sus padres y alojándolos en lugares totalmente inapropiados, carentes de servicios de salud y del ambiente psicológico y afectivo que todo niño necesita para su crecimiento emocional. Para resumirlo en pocas palabras, las acciones de la administración se pueden catalogar como una tragedia y una flagrante violación a los derechos humanos, de los que esta nación siempre se ha catalogado como líder mundial.
Por otro lado, miles de hombres y mujeres inmigrantes, que cuyo único objetivo es venir a este país a trabajar de una manera honesta y no a cometer acciones criminales como vagamente y sin fundamento lo ha afirmado el presidente. Según los records el 92.5 % de los inmigrantes no tienen records criminales, sin embargo han sido tratados como tales. Miles de ellos se encuentran en prisiones sin saber cuándo saldrán de esas condiciones, ya que, el sistema de prisión ha sido entregado a manos privadas cuyo objetivo es obtener a como dé lugar beneficios económicos en los centros que controlan. Por tanto, mantener los inmigrantes por mas tiempo en esas facilidades privadas contribuye a aumentar las entradas a estos negocios privados que administran cárceles de inmigrantes. Una sola de esas compañías recibió un contrato por la suma de $626 millones, para mantener jóvenes mientras llega el tiempo de reunirse con sus padres.
Las fianzas, que es un mecanismo para un acusado obtener su libertad provisional, se aplican a los inmigrantes detenidos con sumas exorbitantes, que la mayoría de ellos no pueden pagar y por tanto, se ven obligados a permanecer en prisión por tiempo indefinido. En el 1918 el 40% de las fianzas fueron por encima de los $10,000 dólares hasta llegar a los $60,000. A esta situación hay que añadir la incapacidad de la mayoría de los detenidos para obtener asesoría legal.
Este panorama adquiere dimensiones vergonzosas al tener en cuenta, que en el 2019 el average de detenidos por día se elevó a 42,000 y la administración Trump ha creado en este año una infraestructura con la capacidad de detener 60,000 inmigrantes por día.
Como se ve, la situación del problema inmigratorio es mas seria que las breves informaciones que sobre el tema nos presentan los diarios noticiosos, lo que lleva a una gran mayoría, sobre todo de inmigrantes ya establecidos, a ignorar el problema y tratarlo como una noticia mas y como algo que no les importa a pesar de ser una horrible tragedia.
Este es uno de los temas que quedarán ahogados en el bullicio electoral de la “democracia” americana y que de seguro no llamará la atención sea cual sea el ganador de las elecciones. Solo esperamos, que si es una nueva administración, al menos tenga mas condescendencia humana con aquellos que tocan las puertas de la frontera y que los inmigrantes sean tratados con la dignidad de seres humanos que son. Creemos que el problema inmigratorio se puede enfrentar sin tener que apelar a las arbitrariedades y el desprecio como lo ha hecho la presente administración.
