Parte II

Ramón Peralta

Expusimos en la primera parte de este trabajo, que los principios que sirvieron de fundamento a la creación del estado americano, se basaron en lo que se dio en llamar “la igualdad humana”. Durante el proceso independentista y después de la creación del estado, la idea de la igualdad de todos los seres humanos, como base de principios del gobernar, se convirtió en la consigna mas repetida y en el marco de referencia política por excelencia. Sin embargo, una vez se puso en marcha el proceso de gobernabilidad, la práctica política se dirigió por otros caminos y la desigualdad económica se tomó como punto de partida para establecer la desigualdad política, que luego dictaminó el curso del proceso político. Si no se entienden estos fundamentos que dieron origen a la nación no podremos entender lo que ahora sucede y hacia donde nos dirigimos.

La clase política que tomó la rienda del gobierno se aseguró, que el proceso a seguir tendría como objetivo principal la protección de los intereses económicos de la clase dominante y así se hizo. En ese sentido, en el proceso histórico post independentista, las conquistas sociales y económicas logradas por los sectores de las capas medias y bajas se llevaron a cabo de manera esporádica y cuando se dieron coyunturas políticas favorables, donde las clases dirigentes no tuvieron otra alternativa que hacer las concesiones económicas y políticas que los sectores medios y pobres demandaban.

La dirección política fue orientada  por grupos económicos privilegiados, que desde sus inicios pusieron a América como el lugar de la tierra donde cualquier ciudadano, no importa su status económico, podía saltar de ser pobre a rico como en ningún otro lugar en la tierra. Eso se vendió como marca del proceso político americano y quedó tan impregnado, que todavía hoy se repite en América, que el que es pobre es porque no quiere trabajar fuerte y que la pobreza mas que otra cosa es una opción. Es decir, que el que es pobre en América es porque quiere y no porque las estructuras políticas se lo impiden como demostraremos mas adelante cuando analicemos las políticas que se han llevado a cabo para impedir los avances de las demandas de los trabajadores en sus centros de trabajo y otros elementos de la política social que ponen en evidencia la imposibilidad del ascenso social de las capas bajas. Los únicos que dan ese salto gratuito a la prosperidad son aquellos que nacen bajo la sombra de la herencia de la riqueza y el privilegio. 

Al mismo tiempo que estas ideas se venden a los cuatro vientos y se dan como sentadas en la sociedad americana, existe un sistema político que establece barreras para impedir el ascenso económico de una gran mayoría. El proceso histórico-político así lo demuestra. Existe una élite política que está mas interesada en sostener el poder que en preservar la democracia y la transparencia de sus instituciones. Para llevar a cabo esa tarea ha usado como instrumento el dinero, determinando a su antojo el curso de la política. En la próxima entrega abundaremos sobre el tema.