Señores hasta este jueves 23 de junio se habían calmado los tiroteos en el área de Grand Rapids. Pero se alborotó de nuevo el asunto y hubo dos víctimas fatales. Parece que la policía va a tener que apretar la tuerca para poner freno a esto. Esperamos que los líderes afroamericanos, que saben muy bien reclamar abusos y discriminación, cooperen con la policía en hacer de Grand Rapids una ciudad segura.

 

En Chicago, la policía adoptó la política de no perseguir a las personas que huyen a pie de infracciones menores.  Muy bien.  Esa decisión fue tomada después de la muerte de un adolescente que huyó de un oficial y perdió la vida en esa ciudad.  También, probablemente del caso de Patrick Lyoya en Grand Rapids.

Pero no es solo de los que huyen a pie, sino también de los que huyen en auto.  Es tiempo de que la policía se olvide de la práctica de cazador persiguiendo al que se les escapa.  Hay que actuar con inteligencia y no con pasión.  Si el individuo se fue y abandonó el auto, es fácil ir después a arrestarlo.  También, perseguir un auto a alta velocidad pone riesgo la vida de los conductores que no tienen nada que ver con el caso.  La razón siempre es más efectiva que la fuerza.  Esas persecuciones son de las prácticas que debe abandonar la policía por el bien de ellos y los ciudadanos.

 

Bueno señores, a Trompo Loco le tienen el agua puesta.  Los medios de noticias están reproduciendo sin cesar la grabación en la que el expresidente le pide al secretario de estado de Georgia que le consiga unos votitos para ganar las elecciones en ese estado, y en consecuencia, lograr la reelección.

“Tenga la bondad y consígame 11,780 votos, por favor…” ¡Que hombre tan honesto!

 

Los demócratas están locos por sacarlo de juego porque saben que Biden es el peor candidato para las elecciones del 24, y es muy difícil que con las metidas de pata que ha dado se pueda reelegir.  De hecho, tal parece que a partir de noviembre de este año el Congreso será trompista de cabo a rabo.

 

El Comité Nacional Demócrata, que es muy conservador y está formado por un conjunto de jureles manipuladores, no se da cuenta de que la mayoría de los votantes demócratas son progresistas, y que con la forma en que se está portando la actual administración, es muy poco probable que vuelvan a votar por el burrito.

Biden, ha sido muy bueno con los inmigrantes, pero la mayoría de estos no votan, y cuando se hacen ciudadanos, votan por los republicanos.  Ha hecho muchas promesas para combatir el cambio climático, pero se les olvidaron cuando armó su lío con Rusia. Para ganarse los votos de los cubanos y venezolanos de la Florida, ha mantenido las sanciones contra Cuba y Venezuela, pero se le olvidó que la mayoría de ellos son republicanos y nunca votarán por un demócrata.

En otras palabras, Biden y el Comité Nacional Demócrata, están más perdidos que una canoa en el medio del océano. ¡Que San Antonio lo saque con bien!

 

Y hablando de metidas de pata, la gasolina sigue como la bola de un Home Run en un juego de béisbol: se eleva y se va, se va, se va y se fue.  El presidente quiere ayudar a los norteamericanos a que el feriado de 4 de julio no se convierta en un dolor de cabeza para ellos.  Quiere que puedan pagar la gasolina de los viajes para reunirse con sus familiares. ¡Muy Bien! Pero… ¿Y después?

¡A Dios que reparta suerte…!

Nos vemos en los próximos jalapos, si la Virgencita lo permite.