DETROIT, MICHIGAN (EVH/AP) - Nueve estudiantes del área de Detroit enfrentan audiencias ante árbitros de tribunales de menores acusados de amenazar escuelas a raíz de un tiroteo en Oxford High School en el condado de Oakland que dejó cuatro estudiantes muertos.
Los estudiantes tienen entre 12 y 17 años de edad. Ocho de ellos están acusados de amenaza intencional de cometer un acto de violencia contra un empleado o estudiantes de la escuela. Uno enfrenta un informe falso o un cargo de amenaza de terrorismo. Seis también están acusados de uso malintencionado de un dispositivo de telecomunicaciones.
Las amenazas ocurrieron del 2 al 6 de diciembre en escuelas de Detroit, Wayne, Grosse Pointe Farms, Melvindale y Wyandotte. Los estudiantes fueron acusados la semana pasada.
"Los menores no reciben sentencias de adultos", dijo el miércoles la oficina del fiscal del condado de Wayne. "Tras la condena, un juez formulará una sentencia teniendo en cuenta el delito cometido y la rehabilitación del delincuente juvenil".
El 30 de noviembre, 10 estudiantes y un maestro fueron baleados en la escuela de Oxford, aproximadamente a 235 kilómetros (146 millas) al este de Grand Rapids. Cuatro de las víctimas murieron.
Ethan Crumbley, un estudiante de segundo año de 15 años en la escuela, fue arrestado en la escuela y ha sido acusado como adulto de asesinato, terrorismo y otros delitos. Sus padres, James y Jennifer Crumbley, más tarde fueron arrestados y acusados de homicidio involuntario.
El arma utilizada en el tiroteo fue comprada días antes por James Crumbley.
Varias escuelas de Michigan cancelaron clases durante uno o dos días después de los tiroteos debido a amenazas en línea y preocupaciones de seguridad por parte de padres y estudiantes.
La fiscal del condado de Wayne, Kym Worthy, dijo que su oficina ha acusado a 18 jóvenes en los últimos días de delitos relacionados con amenazas escolares. No proporcionó detalles sobre los otros nueve casos.
“Últimamente se ha escrito mucho sobre este tipo de casos, sin embargo, estos eventos graves continúan ocurriendo”, dijo Worthy. “Reprimir las amenazas escolares va a requerir el trabajo de todos. También vamos a tener poner frente al acceso que tienen nuestros niños a las armas y su fascinación por ellas”.
