Por Edith Reyes

 

GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH)- La conciencia ha aumentado entre los residentes de la comunidad de Grand Rapids, luego de las recientes muertes a tiros de dos familias, una en Wyoming y otra en Big Rapids, por violencia doméstica. Muchos ya están identificando las acciones que podrían provocar los abusos físicos y/o verbales.

El viernes 27 de mayo, un padre y esposo de 51 años de edad disparó y terminó con la vida de su esposa, y a sus tres hijos, luego se disparó a sí mismo. Las víctimas fueron identificadas como Dawn Gillard de 40 años de edad, Katelynn Gillard de 6 años de edad, Ronald Gillard de 4 años de edad y Joshua Gillard de 3 años de edad. El hombre aún se encuentra en estado crítico por la herida de bala en la cabeza que se infringió, su nombre no ha sido revelado por las autoridades.

El lunes 30 de mayo, un hombre de Wyoming, también mató a su novia junto a sus dos hijas en la madrugada. El tirador fue identificado como Oscar Morán Hernández, de 43 años de edad. Las víctimas femeninas fueron Liliana Landa-Sánchez, de 33 años de edad, Joelin Hernández-Landa, de 13 años de edad y Ayzy Hernández-Landa 11 años de edad.

Surgieron muchas  preguntas cuando ocurrieron los suicidios y asesinatos en Wyoming, ya que es poco común ver a una familia hispana pasar por este tipo de situación debido a su cultura. Para hablar sobre la actualidad de los casos de abuso a víctimas, dos representantes de la entidad Puertas Abiertas visitaron los estudios de El Vocero Hispano para orientar a las comunidades sobre qué hacer en caso de vivir en un ambiente de violencia y las ayudas que se ofrecen a los afectados.

Puertas Abiertas de Grand Rapids es una organización local sin fines de lucro que ayuda a las víctimas de abuso doméstico a obtener los recursos que necesitan. La organización comenzó en 2019 cuando se identificó que habían muchos niños con pensamientos suicidas. Al encontrar la causa de este mal, se determinó que había violencia doméstica en los hogares. El abuso no solo es físico, sino verbal, emocional y financiero.

La fundadora Andrea Inostroza y la coordinadora del programa, Julieta Tornes, dijeron que más mujeres están identificando los casos de abuso y los reportan, además que un pequeño número de hombres también está comenzando a buscar ayuda.

“Durante el mes de enero a abril, tuvimos 94 clientes nuevos, clientes que nosotros nunca habíamos hablado con ellos”, dijo Inostroza. “Unos 91 eran mujeres y el resto eran varones. que también sufren de abuso.”

Inostroza y Tornes dijeron que algunas personas tienden a aprovechar el estatus migratorio de su pareja y podrían agarrarse de la situación en la que se encuentran para abusar y discriminar. Cuando se le preguntó si es común que las personas encubren a sus amigos cuando existe una relación donde hay violencia doméstica, Inostroza dijo que sí, especialmente si son hombres. Agregó que los hombres nunca son realmente abiertos sobre una situación como esa porque es difícil, a ellos se les presenta como la "persona más fuerte dentro del hogar". Tornes agregó que la forma en que se han tratado los géneros en la sociedad hispana ha dificultado que ambos géneros busquen ayuda. Con las trágicas muertes que ocurrieron en Wyoming, dijo que probablemente hubo abuso durante al menos un año .

“Respeto mucho la religión de las personas, uno va a la iglesia y observa que siempre tratan de mantener a las pareja juntas, pero resulta que hay situaciones en donde se tiene que hacer una evaluación de salud mental y ver cual es el riesgo de que vaya a suceder un caso como el que pasó en Wyoming, ” dijo Inostroza.

Señala además, que no está segura de si el abuso sucedió, pero según lo que escuchó, lo hubo. Agregó que a veces se necesita esa evaluación de salud mental para ver qué se puede hacer y si es seguro que las parejas vuelvan a intentarlo. Cuando una pareja sufre abuso, las estadísticas muestran que no es seguro tenerlos juntos porque crea un círculo vicioso, dijo Inostroza.

“Tengo sentimientos encontrados porque no pude hablar con la señora (de Wyoming) y haber podido ayudar, pero a lo mejor eso es lo que necesitábamos, que pasara algo para que la comunidad se de cuenta y vea que se puede evitar hechos como estos” dijo.

Se han recibido más llamadas telefónicas en las que algunas mujeres simplemente hacen preguntas sobre un comportamiento específico que experimentaron con su pareja, preguntándose si se están convirtiendo en víctimas de abuso.

“Estoy muy orgullosa de las mujeres latinas de esta comunidad que no solamente están haciendo llamadas para preguntar, sino que se están abriendo y haciendo conciencia de que el abuso además de físico puede ser emocional y económico”

Puertas Abiertas está enfocada en la comunidad hispana pero eso no significa que solo ayude a los hispanos. Inostroza informó que la organización ayudaría a cualquier persona de cualquier origen que necesite ayuda. Resaltó también, que la organización trabaja con consulados de diferentes países como Guatemala y México para ayudar a estas personas con sus documentos.

Al pedir ayuda, el primer paso es encontrar un lugar para alojar a las víctimas. Inostroza dijo que la seguridad es su principal prioridad y luego les proporciona las necesidades básicas como alimentos y ropa. Posteriormente, dijo que brindan asistencia legal que incluye órdenes de protección personal, casos judiciales y referencias a abogados. También dijo que en ningún momento se va a dejar sola a las víctimas a menos que quieran que las dejen solas.

Actualmente la institución trabaja con YWCA y Safe Haven, otras organizaciones que ayudan a las víctimas de abuso a albergar a quienes necesitan un lugar seguro para quedarse. La organización dijo que se enfocan en presentar la cultura hispana dentro de estos lugares para que sus víctimas se sientan bienvenidas y un poco como en casa. La organización carece de refugios ya que reciben más y más víctimas cada mes. “La meta es tener un refugio para la comunidad latina. Tenemos una cultura diferente y lo consideramos necesario”, dijo Inostroza.

Para donar, ser voluntario o buscar ayuda, comuníquese con Puertas Abiertas al 616-690-8297 o visite puertasabiertasgr.org. Toda la información proporcionada es confidencial.