MONTEVIDEO, Uruguay (AP) — El gobierno uruguayo manifestó su sorpresa por el anuncio de Argentina de reevaluar la relación bilateral tras la decisión de Uruguay de aumentar la producción de una planta de celulosa que años atrás fue motivo de una larga controversia entre ambos vecinos.

En una carta firmada por el canciller uruguayo Luis Almagro, el gobierno de José Mujica calificó la medida de Argentina de recurrir nuevamente a la Corte Internacional de Justicia de La Haya como "desproporcionadamente costosa" e "infundada" y aseguró que "atenta contra el principio del cumplimiento de buena fe de los tratados internacionales".
En la misiva, publicada la noche del sábado y dirigida a su homólogo Héctor Timerman, Almagro manifestó además su "sorpresa" ante la intención del gobierno argentino de reevaluar la relación bilateral con Uruguay, y manifestó su deseo de que esto "no signifique un abandono unilateral del diálogo entre nuestros dos países, que seguramente alentará un retorno a una de las peores épocas de las relaciones bilaterales".
"Descarto que esté en el ánimo de su gobierno favorecer un futuro tan regresivo y ensombrecedor para nuestras relaciones", añadió y dijo que, por el contrario, su país aspira a que Argentina "renueve su voluntad de diálogo honrando así una tradición que en numerosos momentos de nuestra historia común ha permitido superar los conflictos de intereses que se han presentado".
Recordó que el gobierno uruguayo "ha reclamado en forma reiterada un ejercicio conjunto de esa naturaleza, orientado a examinar y dar respuesta a las medidas unilaterales que la República Argentina ha venido adoptando y que perjudican injustificadamente al comercio, el turismo y los puertos uruguayos, así como las hidrovías de la región y, en definitiva, perjudicando la integración regional".
La nueva controversia surgió tras la autorización definitiva del gobierno uruguayo para que la fábrica finlandesa situada en la ribera del limítrofe río Uruguay aumente su producción de celulosa a 1,3 millones de toneladas anuales.
"Se trata de un gesto inamistoso", afirmó la cancillería argentina.
Almagro rechazó esa apreciación y aseguró que para su gobierno "la amistad entre nuestros dos países constituye un mandato irrenunciable".
"Nacimos a la vida independiente con ese mandato. Y también desde entonces venimos enfrentando los mismos problemas en relación a los temas estructurales y prioritarios de la relación bilateral. Aquellos que nos dan una identidad nacional, que revisten nuestro interés nacional y que hacen a la razón de ser de nuestros países", afirmó.
Almagro confirmó además que su país estará dispuesto "a probar su razón" ante la Corte de La Haya o en el Tribunal Arbitral del Mercado Común del Sur (Mercosur). Finalmente, reiteró su disposición para constituir una mesa de diálogo.
En Bolivia, donde participa de la Cumbre del G-77, la presidenta Cristina Fernández se refirió escuetamente a la tensión bilateral.
"Yo hablo siempre con Mujica", fue lo único que dijo la mandataria al ser consultada sobre si dialogará con su par uruguayo, consignó el diario Clarín.
Más tarde, durante la reunión, que se realiza en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Fernández afirmó: "Rechazamos la unilateralidad en la toma de decisiones... El unilateralismo no es bueno para nadie, ni siquiera para aquellos que lo ejercen".
Mujica no ha hecho hasta ahora ninguna mención al conflicto.
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