Por ALMUDENA CALATRAVA Y DEBORA REY, Associated Press

 BUENOS AIRES (AP) — Ignacio Hurban dijo el viernes sentirse "convulsionado" y "feliz" tras haberse enterado de que es el nieto de la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo pero manifestó su determinación de conservar el nombre con el que fue criado.

 "Estoy acostumbrado a mi nombre Ignacio, lo quiero seguir conservando", subrayó a los periodistas Hurban, de 36 años, músico de profesión.

Por primera vez desde que recuperó su identidad tres días atrás, el nieto de Estela de Carlotto, de 83 años, se presentó en público en la sede de la organización humanitaria en Buenos Aires en medio de una enorme expectativa periodística.

"Me crie fenómeno con una pareja que me crio en el mayor de los amores", señaló el joven sobre los peones rurales que lo acogieron aparentemente cuando era bebé en las afueras de la localidad de Olavarría, unos 350 kilómetros al sureste de Buenos Aires.

Hurban, de pelo canoso como De Carlotto y vestido con una campera de cuero negro, ingresó raudamente a la sala de prensa de la organización de la mano de la dirigente humanitaria. El lugar estaba completamente desbordado por la presencia de más de un centenar de periodistas de medios locales e internacionales, así como también familiares y allegados.

La conferencia comenzó diez minutos después de lo pautado debido a la pelea entre camarógrafos y fotógrafos para captar la primera imagen del joven. Al principio se mostró nervioso y expectante porque el audio de los micrófonos no funcionaba. Con los minutos empezó a ganar confianza y se lo notó muy suelto en el diálogo con los periodistas.

Hurban fue sustraído a Laura Carlotto, una de las hijas de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, el 26 de junio de 1978 pocas horas después de que ésta diera a luz mientras estaba secuestrada durante la última dictadura militar (1976-1983). Dos meses después del nacimiento del bebé, fue asesinada a balazos. Guido es el nombre con el que Laura quiso llamar a su hijo, según ha relatado en varias ocasiones la dirigente humanitaria.

Se desconoce quién se apropió del chico y cómo fue a dar a manos de los trabadores rurales. El caso es investigado por la justicia federal como los de otros jóvenes que cuando eran bebés fueron arrebatados a sus padres, asesinados por los militares.

Al intentar explicar cómo empezó a dudar de su identidad, Hurban señaló que la música tuvo mucho que ver. En ese sentido se preguntó "¿por qué uno está relacionado con el arte cuando el medio ambiente en el que me crie no tiene nada que ver con eso'''.

"Hay cosas que no se pueden explicar, que vos no terminas de entender... soy músico y siempre me preguntaba de dónde viene la pasión", subrayó el nieto de De Carlotto, quien es compositor, pianista y director de una escuela de música en Olavarría.

El joven narró que supo que era adoptado el 2 de junio, el día de su cumpleaños bajo su identidad como Ignacio Hurban. Fue "con una serie de azares y circunstancias que signan toda búsqueda", indicó. Pero evitó dar más detalles de su familia adoptiva.

El joven se sometió voluntariamente a un análisis de ADN en el organismo oficial que guarda las muestras genéticas de los familiares de los desaparecidos.

El nieto recuperado, el 114 según la entidad humanitaria, deberá eventualmente declarar ante una jueza federal como testigo en el marco de la causa sobre su sustracción de la identidad, considerado un delito permanente y por lo tanto imprescriptible.

El padre biológico de Hurban es Walmir Oscar Montoya, quien era pareja de Laura, con la cual militaba en la organización guerrillera Montoneros. Se presume que estuvo detenido en el mismo centro clandestino de la ciudad de La Plata donde ella permaneció secuestrada. Montoya fue asesinado antes que Laura.

Cuando se refirió a los ideales políticos de sus padres biológicos, Hurban señaló que "deben estar en algún lado mío; gracias a ello soy lo que soy... ser artista es una actividad política también".

El joven reconoció que cuando hace dos meses inició la búsqueda para conocer su verdadera identidad temía no poder dar nunca con quienes habían sido sus padres.

De Carlotto conoció personalmente a su nieto el miércoles en un encuentro íntimo en La Plata, localidad situada a unos 60 kilómetros al sur de la capital argentina donde reside la dirigente humanitaria. Ha señalado que quizá el matrimonio de peones que crio a su nieto actuó de buena fe y no conocía la procedencia del bebé.

En su cuenta de Twitter Hurban publicó una fotografía en la que aparece mirando de frente a la cámara junto a De Carlotto. Ambos están sonriendo y la imagen está coronada con el mensaje "Gracias, muchas gracias".

Según las Abuelas, unos 500 niños nacieron en cautiverio o fueron secuestrados con sus padres.

"Esta restitución no deja de ser un símbolo. Es una pequeña victoria en una gran derrota" como fue la dictadura, concluyó.{jcomments on}