Por LIBARDO CARDONA, Associated Press

 BOGOTÁ, Colombia (AP) — A pocos días de que la Corte Constitucional decida si las corridas de toros vuelven a Bogotá, siete novilleros siguen en huelga de hambre frente a la plaza La Santamaría como presión para que caiga la medida del alcalde Gustavo Petro, quien dejó sin fiesta brava a esta capital.

 Al principio eran ocho los manifestantes, pero uno de ellos, José Luis Vega, enfermó el lunes y fue necesario llevarlo a un centro médico porque su estado de inanición era alarmante, dijo a The Associated Press Diego Torres, un joven torero de 19 años que cree que Petro se equivocó cuando en 2012 hizo todo para que se acabaran las corridas de toros.

El domingo por la noche Torres dijo que aún estaban en pie los siete novilleros, pero afirmó que la situación de salud de él y de otro compañero no es la mejor y que es probable que en horas los lleven a un centro médico. En todo caso enfatizó en que no interrumpirán la huelga.

Los siete, según dijeron, sólo se alimentan con suero oral.

"Acá estamos esperando a que el alcalde se pronuncie sobre la plaza (de toros), qué va a pasar con la plaza, porque el hombre nos marginó. Aquí todo el mundo nos mira (a los toreros) como la peor escoria del mundo", dijo Torres, quien agregó que el alcalde les quitó el derecho constitucional al trabajo. El burgomaestre "nos dejó sin trabajo... Nosotros ganamos por corrida un poco más del salario mínimo (unos 328 dólares) dependiendo de la plaza".

Petro, un exguerrillero de 54 años, fue elegido alcalde de la capital en octubre de 2011 y a los pocos días de asumir el cargo anunció su intención de eliminar las corridas de toros en Bogotá con el argumento de que había que impulsar eventos en pro de la vida y no de la muerte.

Aunque el alcalde no prohibió como tal las corridas de toros, se abstuvo de renovar el contrato con la Corporación Taurina de Bogotá, una entidad privada que administraba la plaza La Santamaría, la única de la ciudad.

Felipe Negret, gerente de la entidad, no respondió varias llamadas telefónicas de la AP para comentar al respecto.

A raíz del cierre de La Santamaría como plaza de toros, los aficionados bogotanos se han visto obligados a ver el espectáculo en municipios vecinos a Bogotá, como Choachí, Mosquera o Soacha. También en localidades del departamento de Boyacá, como Duitama o Sogamoso.

La última vez que hubo toros en Bogotá fue en la temporada enero-febrero de 2012.

Uno de los nueve magistrados de la Corte Constitucional, la máxima instancia en Colombia en asuntos judiciales y relacionados con la Carta Magna, le dijo a la AP que la próxima semana o la siguiente se decidirá si la medida de Petro fue o no ajustada a la ley. El jurista exigió el anonimato por no estar autorizado para hablar públicamente.

La corte fallará sobre una acción de tutela presentada por la Corporación Taurina de Bogotá, que opina que Petro no podía romper unilateralmente el contrato que vencía en marzo de 2015. Según ha trascendido en medios locales, la tutela presentada al parecer cuenta con el beneplácito de la mayoría de magistrados de la corte.

A raíz de la huelga de hambre de los ocho novilleros, Petro no se ha callado y en su cuenta oficial de Twitter escribió: "¿Cómo es posible que los que le ordenan a los jóvenes taurinos morirse de hambre no hacen ellos huelga de hambre? ¿No es acaso un delito?"

Con ese mensaje, según Torres, Petro ha dado a entender que son pagados por las clases altas bogotanas, que normalmente son las que van a las corridas. Los novilleros lo niegan y, por el contrario, han dicho que la huelga de hambre fue una iniciativa propia y que no están en ella ni por dinero ni por incitación de alguien.

Mientras tanto, Martha Lucía Zamora, secretaría general de la Alcaldía, sostuvo a The Associated Press que están a la espera de la determinación de la Corte Constitucional y que cualquiera que sea el fallo del alto tribunal tendrá que acatarse y respetarse.

Prohibir las corridas de toros en Bogotá "es una alcaldada del alcalde (Petro)", sostuvo a la AP Antonio Caballero, un periodista experto en toros, columnista de la revista bogotana Semana. En su opinión, se trata "de los derechos de las minorías. El alcalde Petro, que se considera una minoría, que efectivamente fue elegido por una minoría para la Alcaldía de Bogotá, exige que se respeten sus derechos..., pero no respeta los derechos de otras minorías que (como los aficionados a la tauromaquia) a él no le gustan".

César Rincón, el mejor torero de todos los tiempos de Colombia y uno de los mejores del mundo en su momento, invitó a los bogotanos para que defiendan la fiesta brava y su plaza de toros.

"La propuesta de los novilleros en huelga de hambre a las puertas de la plaza de toros de Bogotá es muy admirable y debemos sumarnos y apoyarla", aseguró Rincón desde España.

Por su parte, Diego Torres, dijo que "sería maravilloso que el maestro Rincón nos acompañara, no a la huelga de hambre, sino a esta lucha que es de todos".

Son pocos los países del mundo donde se practica la tauromaquia.

En España están prohibidas las corridas en Cataluña. En Portugal hay, pero no se puede matar al animal. También hay tauromaquia en México, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador. En Quito se admiten corridas de toros, pero sin matar al toro.

En Colombia las corridas de toros se remontan a los años de 1800. Actualmente hay más de 300 plazas en todo el territorio nacional y se calcula que todos los años ser realizan un centenar de corridas.

El dinero que mueve la fiesta taurina sólo en la capital es alto, y la temporada bogotana, entre enero y febrero con seis corridas, mueve unos 7.000 millones de pesos (unos 3,7 millones de dólares), según la Corporación Taurina de Bogotá.

En países como México y Venezuela, por ejemplo, las corridas de toros son parte de las tradiciones culturales, teniendo los escenarios más grandes de Latinoamérica: México, con la Plaza Monumental, de 40.000 espectadores, y Venezuela, con la plaza Monumental de Valencia, con capacidad para más 20.000 personas.

Por todas esas cifras, por la importancia del arte, es que los novilleros manifestantes en la plaza del centro bogotano consideran que los toros deben volver a La Santamaría, dijo el novillero Daniel Garzón, de 19 años.

"De aquí no nos vamos a mover" hasta que los toros vuelvan a la capital, enfatizó Garzón el miércoles pasadas las 7 de la mañana en medio del frío helado que baja del cerro Monserrate.

"Nos dijeron que hace tres o cuatro días, una noche la temperatura estuvo en cero grados", sostuvo Andrés Manrique, de 23 años e hijo del famoso matador Pepe Manrique.

Dijo que ha bajado seis kilos en los nueve días de huelga de hambre que llevaba hasta el miércoles. "Aquí estaré hasta que me dé el cuerpo. Si me enfermo, alguna cosa se hará".{jcomments on}