El impresionismo

 La historia del movimiento impresionista gira en torno a una serie de encuentros entre diferentes pintores en busca de su independencia artística durante la segunda mitad del siglo XIX. Si contamos los principales pintores impresionistas que formaron parte de este movimiento, como Claude Monet, Édouard Manet, Alfred Sisley, Pierre-Auguste Renoir, Paul Cézanne, Camille Pissarro y Vincent Van Gogh, una misma causa los reunió: deshacerse de los códigos estrictos fijados en aquella época por la Real Academia de Pintura y Escultura. Por esto, deciden trabajar en talleres privados, lo que les permite pintar libremente y a su manera. El espíritu del impresionismo se resume en cierta forma en una frase pronunciada por Manet: «Pinto lo que veo, y no lo que los otros quieren ver».

 El impresionismo es un movimiento que consiste en una nueva representación de la realidad y que marca un hito en el arte de la época. Durante los años 1850, Monet y Manet también se inspiraron de las estampas japonesas, en particular de artistas como Hokusai e Hiroshige. De hecho, ambos pintores fueron influenciados por este arte venido de Extremo Oriente y Monet llegó a poseer una colección de 250 estampas, expuestas hoy en la Fundación Monet en Giverny.

 Más tarde, en la década de 1870, cuando el grupo de amigos compuesto entre otros por Monet, Manet y Renoir decide reunirse en Argenteuil, ciudad considerada como el núcleo del movimiento impresionista, éste ya había nacido como lo conocemos.

REACCIONES Y CRÍTICAS AL IMPRESIONISMO

Confrontados con las negativas reiteradas de los salones oficiales y con las duras críticas de la prensa como del público de las pinturas presentadas en los años 1860, en la primer salón de las obras rechazadas por el jurado oficial, el grupo de impresionistas decide crear sus propias exposiciones. La primera de ellas fue organizada con la ayuda del fotógrafo Nadar. Sin embargo, la iniciativa es un fracaso. El público acepta con dificultad este nuevo estilo de pintura, demasiado moderno y alejado de las referencias clásicas. Desconcertado, el público encontraba que las pinturas impresionistas eran vulgares, similares a bocetos sin forma, y se burló del movimiento y de sus obras.

La primera obra considerada emblemática del movimiento es una pintura de Monet llamada « Impresión, sol naciente ».

Fue Louis Leroy, crítico de arte, quien utilizó la palabra «impresión» para dar un nombre peyorativo al grupo, considerando que sus obras eran inconclusas, una mera impresión lejos de la realidad. A modo de anécdota, se admite comúnmente que el grupo adoptó el nombre de impresionistas tras las críticas virulentas de Leroy.

No obstante, los impresionistas fueron respaldados por escritores, en particular por Émile Zola, quien publicó artículos en defensa del movimiento que conoció gracias a su amigo de infancia, Cézanne.{jcomments on}