Redacción EEUU, 8 feb (EFE).- Los Átleticos de Oakland, del béisbol profesional de la Liga Americana, han apostado por la continuidad de la gestión del gerente general Billy Beane y el presidente del equipo Michael Crowley a los que le han dado sendas extensiones de contratos hasta la temporada del 2019.

El dueño de los Atléticos, Lew Wolff, a través de varios medios de comunicación locales, confirmó la continuidad de ambos directivos al frente de la gestión del equipo, que tiene como objetivo principal la construcción de un nuevo campo el área sur de la Bahía de San Francisco.

Aunque para conseguirlo antes tendrán que recibir la aprobación por parte de la oficina de las Grandes Ligas, dado que una mudanza al área que desean, los Gigantes de San Francisco, el equipo que milita en la Liga Nacional, cuentan con los derechos territoriales.

Se trata del área de San José, la región más rica en tecnología de Estados Unidos, donde hay grandes empresas y además también mucha afición por el deporte del béisbol profesional.

Beane ha sido el gerente general de los Atléticos desde la temporada de 1997 y se convirtió en el personaje de un libro de Michael Lewis sobre las estadísticas y la economía en el béisbol que fue publicado en 2003 bajo el título "Moneyball".

El libro también fue llevado al cine con la película del mismo título que se estrenó el año pasado con Brad Pitt como Beane en el papel estelar.

Beane, de 49 años, cambió la ortodoxia en el deporte del béisbol de basarse en las estadísticas de tres categorías como son el promedio de bateo, jonrones y remolcadas para bateadores; victorias, derrotas y promedio de efectividad para lanzadores.

El nuevo método de Beane consiste en utilizar estadísticas más precisas que están por encima de las intuiciones subjetivas de los seguidores de talento y eso le permitió conseguir que el equipo de los Atléticos produzca cada temporada nuevos valores que luego tienen que vender porque no pueden darles grandes contratos.

Los Atléticos recientemente tuvieron que dejar marchar a varios de sus mejores jugadores --como los abridores Trevor Cahill y Gio González y el cerrador Andrew Bailey-- en una nueva purga para aliviar la nómina y evitar perdidas económicas en la gestión del equipo.

Los Átleticos consideran que el Oakland Coliseum, su actual campo, ya está obsoleto y no pueden competir con equipos establecidos en grandes mercados


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