NUEVA YORK (AP) — Nuevas investigaciones ofrecen la esperanza de que una píldora pueda tratar un problema común en mujeres jóvenes: fibromas en el útero. Esos tumores benignos pueden causar dolor, hemorragia intensa y problemas de fertilidad y son la causa principal de las histerectomías.

En dos estudios, una dosis inferior de un anticonceptivo posterior al coito detuvo la hemorragia y redujo los fibromas. Funcionó con la misma eficacia que inyecciones de una hormona bloqueadora que tiene efectos secundarios desagradables.

"Esta es una muy buena noticia. Los resultados son mejores de lo que esperábamos", dijo el director de investigación, doctor Jacques Donnez, del hospital Saint-Luc en la Universidad Católica de Lovaina en Bruselas.

Ahora está poniendo a prueba el uso intermitente a largo plazo de la píldora para ver si puede ayudar a evitar la cirugía.

La píldora se llama Esmya y está a la espera de su aprobación en Europa. Es una versión en dosis inferior de un anticonceptivo de emergencia llamado Ella que entró en el mercado de Estados Unidos hace un año. La nueva píldora todavía debe ser puesta a prueba en Estados Unidos y por eso no estará disponible en un futuro previsible.

Los fibromas son tumores benignos en el útero comunes en las mujeres durante sus años de fertilidad, mayormente a fines de los 30 y los 40. Por lo general se van después de la menopausia. Tratar los fibromas no es fácil. La única cura conocida es remover el útero; otros tratamientos incluyen la cirugía para removerlos o procedimientos para reducirlos con ecografía o gránulos para cortar su suministro de sangre.

Tras el descubrimiento de que la hormona progesterona, como también el estrógeno, promueven el crecimiento de fibromas, los científicos han buscado una clase de medicamentos que pudieran bloquear el efecto de la progesterona sobre el útero.

Donnez y sus colegas en varios países europeos pusieron a prueba Esmya, elaborada por PregLem, con sede en Suiza. Sus conclusiones se publican el jueves en la publicación especializada New England Journal of Medicine.

Los dos estudios abarcaron a 550 mujeres premenopáusicas con síntomas de fibromas lo suficientemente graves como para que les indicaran cirugía.

En ambos estudios, Esmya detuvo la hemorragia y redujo los fibromas en la mayoría de las pacientes y funcionó tan bien como la inyección, pero con menos efectos secundarios. La hemorragia menstrual fue controlada en el 90% de las mujeres que recibieron Esmya, muchas en el término de una semana, en comparación con 19% que recibieron un placebo.

Al término de los tres meses, solo la mitad de las participantes se sometieron a cirugía. Eso permitió a los investigadores observar si las mejoras duraban más allá de los seis meses siguientes. Así fue para muchas de las pacientes a Esmya, en tanto los fibromas empezaron a crecer nuevamente después de un mes en el grupo que recibió la inyección hormonal


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