NUEVA YORK - La revisión más grande realizada hasta ahora de la evolución de embarazadas con enfermedad por rasguño de gato, con apenas ocho casos, sugiere que la infección es segura para los bebés, pero sus autores dicen que son muy pocos casos para dar respuestas definitivas.

Seis mujeres tuvieron a sus bebés sanos, mientras que una perdió el embarazo y otra optó por un aborto por motivos que no estaban relacionados con la infección. "Podemos afirmar que seis de los ocho embarazos llegaron a término y con un parto saludable", dijo el doctor Todd Florin, integrante senior del servicio de medicina de emergencia pediátrica del Hospital de Niños de Filadelfia, quien no participó del estudio.

La Bartonella Henselae es una bacteria que los gatos transmiten a los seres humanos y causa la fiebre por el rasguño del animal. La característica principal es la inflamación de los nódulos linfáticos, y muchos pacientes también tienen fiebre y fatiga.

El 10 por ciento de los casos desarrolla síntomas más graves, como pérdida visual pasajera o infección cerebral. La enfermedad dura semanas o meses.

El autor principal del estudio, doctor Michael Giladi, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico Sourasky en Tel-Aviv, Israel, estimó que cerca siete de cada 100.000 personas eran infectadas con la bacteria.

Según publica Obstetrics and Gynecology, el equipo reunió información de todos los casos conocidos en Israel de embarazadas con la enfermedad por rasguño de gato entre el 2000

y el 2010. Fueron ocho casos en más de 1,6 millones de nacimientos en el país durante ese período.

Seis de esos pacientes tuvieron bebés sanos y varios años después, los niños tenían buena salud. Una paciente tuvo un aborto espontáneo durante el primer trimestre de gestación y, para Giladi, no hay forma de saber si la causa fue la bacteria Bartonella.

Otra mujer decidió finalizar el embarazo porque se había realizado una tomografía cuando los médicos sospecharon que los nódulos inflamados podrían ser un cáncer. La exposición del feto a la radiación del examen hizo que optara por un aborto.

"Nadie sospechó de que tenía enfermedad por rasguño de gato y su médico pensó que podía tener cáncer", indicó Giladi.

Sostuvo que esto demuestra la necesidad de tener en cuenta que existe esta enfermedad y de que no hay necesidad de realizar una tomografía computada durante el embarazo.

Florin dijo que el estudio les recuerda a los médicos que estas infecciones están circulando, aunque son muy pocos los casos como para determinar si la enfermedad por rasguño de gato debería ser una preocupación en el embarazo.

Giladi aconsejó que las embarazadas cumplir con las recomendaciones vigentes si conviven con gatos principalmente lavarse las manos después de acariciarlos(Reuters Health)


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