BOGOTA, Colombia (AP) — El senador y expresidente colombiano Alvaro Uribe el miércoles fue el centro de un debate en el Senado sobre sus presuntos nexos con el paramilitarismo y el narcotráfico.

El exgobernante (2002-2010) ingresó al recinto legislativo, pero antes de que tomara la palabra el senador izquierdista Iván Cepeda, promotor del debate, dijo que se retiraba transitoriamente para dirigirse a la Corte Suprema de Justicia a radicar pruebas "de la mayor importancia en relación con este nuevo evento difamatorio promovido por el grupo terrorista de las FARC". Uribe regresó posteriormente a fin de iniciar su defensa.
El senador Cepeda hizo un recorrido por la trayectoria de Uribe desde que a principios de los años 80 se desempeñó como director de la estatal Aeronáutica Civil.
Según Cepeda, Uribe entregó licencias de aviación a narcotraficantes, como a Luis Carlos Molina Yepes, quien terminó condenado por el asesinato en 1986 del periodista Guillermo Cano, director del diario bogotano El Espectador.
Incluso el congresista exhibió un documento en el que, a inicios de los años 80, el exmandatario hizo parte de la junta directiva de una empresa en la que también figuraba Molina Yepes.
También indicó que Uribe le concedió una licencia a un integrante de la familia Cifuentes Villa, cuya mayoría de miembros fueron asesinados, huyen de la justicia o están presos en Estados Unidos por narcotráfico.
Posteriormente el congresista se refirió al paso de Uribe por la gobernación de su natal departamento de Antioquia. Según Cepeda, el entonces mandatario regional (1995-1997) se propuso a impulsar y apoyar las llamadas Convivir, unas cooperativas de seguridad privadas que con el tiempo terminaron aliadas con grupos de justicia privada.
En concepto de Cepeda, de ese fenómeno han dado cuenta exjefes paramilitares como Salvatore Mancuso.
En mayo de 2008, sin embargo, Uribe extraditó a Estados Unidos a todos los jefes paramilitares --incluido Mancuso-- por lazos con el narcotráfico. El expresidente ha afirmado que todas las acusaciones en su contra por parte de los paramilitares hacen parte de una campaña de venganza por el hecho de haberlos extraditado.
"Este debate es una muy rigurosa síntesis de denuncias, piezas de procesos judiciales, documentos y audiovisuales sobre la eventual responsabilidad que le cabe a Álvaro Uribe en nexos con personas que han estado en el narcotráfico, en la parapolítica y en el paramilitarismo", dijo Cepeda en entrevista con The Associated Press.
En principio Cepeda pretendía que el debate sobre Uribe se diera en el pleno del Senado, lo cual le fue denegado. Posteriormente se le permitió hacerlo ante la comisión segunda del Senado, de 13 miembros, que trata sobre seguridad nacional y relaciones internacionales. Por la importancia del debate, se utilizó la sala plenaria del Senado.
Para Cepeda, un enemigo político y personal del exjefe de Estado, "es un debate que ha sido silenciado y que se ha venido aplazando desde hace años, desde la época en que el propio Uribe era presidente de la República y espero que este debate se dé con todas las garantías necesarias".
Pero para el también senador Ernesto Macías, del uribista Centro Democrático, "este debate es un show mediático. Yo no le veo otra cosa distinta: es una obsesión que ha tenido siempre Cepeda con Uribe".
Macías incluso se atrevió a decir que detrás del debate están las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). "¿Por qué las FARC? Porque ellos quieren desprestigiar a quien consideran su peor enemigo, que es Uribe", dijo.
En 2011 Cepeda denunció que cuando Uribe era gobernador de Antioquia, en una finca de propiedad de su familia se habría conformado un grupo paramilitar. La hacienda está ubicada en el municipio de San Roque, a unos 230 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Uribe ha negado todas las acusaciones en su contra y a la fecha no hay ninguna investigación formal por estas denuncias.
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