"Los pacientes aprendieron qué es la fatiga, que es un problema común después de un ACV, qué es lo que le causa la fatiga a cada uno y qué pueden hacer diariamente para contrarrestarla", explicó Zedlitz.

A las 12 semanas, el 58 por ciento de los pacientes tratados con la combinación terapéutica tuvo una mejoría "clínicamente significativa" de la fatiga, según cuestionarios estandarizados, comparado con el 24 por ciento de los pacientes tratados sólo con terapia cognitiva. Los resultados, publicados en la revista Stroke, sugieren que la combinación de la terapia cognitiva con el ejercicio aliviaría la fatiga post-ACV. Pero una limitación del diseño del estudio fue no incluir un grupo de control, es decir, un grupo sin tratamiento.

Zedlitz comentó que la combinación terapéutica está empezando a ofrecerse en Holanda, aunque aún se necesitan más estudios sobre su efectividad.

Hasta ahora, el equipo estudió a sobrevivientes de un ACV con buen estado físico. Según aclaró la autora, ninguno había padecido alteraciones cognitivas leves y todos podían caminar sin ayuda.

Los participantes habían tenido el ACV varios años antes, por lo que se necesitaría investigar si intervenir más tempranamente daría mejores resultados  (Reuters Health)


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