KABUL (AP) — Siete personas murieron en protestas en
varios puntos de territorio afgano por la quema de ejemplares del Corán
en una base aérea estadounidense, lo que eleva la cifra total de muertos
a 20 en cuatro días de manifestaciones, anunciaron las autoridades
locales.
Las protestas son evidencia de que la disculpa del presidente Barack Obama no ha calmado a los afganos indignados por el incidente en la base Bagram esta semana.
El presidente afgano Hamid Karzai, así como algunos legisladores y clérigos instaron a que se ponga fin a las protestas hasta que concluya una investigación del incidente en los próximos días.
La oficina del gobernador en la provincia occidental de Herat dijo que seis personas murieron en tres incidentes allí.
Muhiuddin Noori, un vocero del gobernador, dijo que tres personas fallecieron cuando un camión repleto de municiones estalló después que los manifestantes lo incendiaron. Otras tres murieron en dos incidentes cuando hombres armados entre los manifestantes se tirotearon con las fuerzas de seguridad. Agregó que por lo menos 65 personas resultaron heridas en las tres protestas.
En la provincia norteña de Baghlan, el gobernador Abdul Majid dijo que otro inconforme murió cuando las fuerzas de seguridad afganas dispararon al aire para impedir que los manifestantes irrumpieran en una base húngara.
"Hubo una protesta pacífica hasta que unos 200 jóvenes irresponsables corrieron hacia la base e intentaron entrar. Hubo disparos de la policía y el ejército afganos desde varios puntos y hubo un muerto y tres heridos", agregó.
La violencia se produjo en momentos en que el comandante supremo de las fuerzas estadounidenses en Afganistán dijo a sus efectivos que "este no es el momento para vengar" la muerte de dos soldados en los disturbios del jueves.
Les dijo ese día que resistieran cualquier impulso que tuvieran de vengarse después que un soldado afgano mató a los dos estadounidenses. Sus declaraciones fueron dadas a conocer el viernes.
El general afgano Sher Mohamed Karimi, que viajó junto con el comandante a la base, dijo a los soldados estadounidenses que su sacrificio no será en vano. Dijo que los estadounidenses y los afganos están combatiendo "a un enemigo de la humanidad".
Los incidentes empezaron el martes, cuando trabajadores afganos de la base Bagram notaron que los ejemplares del Corán y otros textos islámicos estaban en la basura que las fuerzas de la coalición arrojaban a un pozo donde se queman los desperdicios.
Algunos trabajadores afganos se quemaron los dedos tratando de salvar los libros. Funcionarios del gobierno afgano dijeron que, según los informes iniciales, se quemaron cuatro ejemplares del Corán
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