(EFE).- La detección temprana es un factor decisivo para tratar y detener el avance del cáncer colorrectal, la segunda principal causa de muerte por cáncer en Estados Unidos, y una nueva prueba menos invasiva podría ser un importante paso en esa dirección.
"Es muy importante que la gente sepa sobre la prevención, el diagnóstico temprano y los factores de riesgo del cáncer de colon", dijo a Efe el médico Martin Fernández-Zapico, experto en cáncer de colon de la Clínica Mayo.
La enfermedad, que afecta a 1 de cada 17 personas en Estados Unidos, afecta tanto a hombres como mujeres de todos los grupos raciales y étnicos.
De acuerdo con cifras citadas por el galeno, la incidencia entre blancos es de aproximadamente 58 de cada 100.000 personas y de 50 entre cada 100.000 entre los hispanos.
Los afroamericanos tienen la tasa más elevada de mortalidad a causa del cáncer colorrectal, seguidos por los blancos, los hispanos, los indoamericanos/nativos de Alaska y los asiáticos/nativos de las islas del Pacífico.
El cáncer colorrectal afecta en mayor proporción a personas mayores de 50 años y es el tercer cáncer más frecuente en hombres y mujeres.
De acuerdo con las autoridades sanitarias, si todas las personas de 50 años o más se hicieran pruebas de detección periódicamente, se podrían prevenir hasta un 60 por ciento de las muertes por este tipo de cáncer.
Asimismo, varios estudios han encontrado que tener un estilo de vida más saludable, con mayor actividad física y una dieta balanceada, puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar el cáncer de colon.
"Es muy importante que las personas sepan cuáles son los factores de riesgo con este cáncer, porque si se sabe que se es parte de un grupo de riesgo puede hacerse exámenes que permitan saber si existe la presencia o no del cáncer de colon en las estadios más tempranos", recalcó el especialista.
Las pruebas de detección del cáncer colorrectal en muchos casos pueden descubrir pólipos precancerosos antes de que se conviertan en cáncer o detectar la enfermedad en un estadio temprano, cuando existen más probabilidades de tratarla con éxito.
Otros factores de riesgo de desarrollar el cáncer colorrectal es la presencia de algunas afecciones intestinales, como la enfermedad inflamatoria intestinal, también conocida como colitis ulcerosa o enfermedad de Chron.
El tabaquismo, la falta de actividad física, dietas con alto consumo de grasa, productos procesados, carnes rojas y los antecedentes familiares son algunos de los otros factores de riesgo, según el galeno.
Una de las pruebas más comunes para detectar la presencia de células cancerosas en el colon es la prueba de sangre oculta en heces (FOBT) y que en caso de dar positiva generalmente se recomienda a llevar a cabo una colonoscopia.
La colonoscopia, una prueba en la que se introduce un tubo angosto por el recto para revisar el colon y tomar muestras de tejido o células, suele proveer un análisis más detallado.
El enema de bario de doble contraste, otra de las pruebas de detección más comunes, permite al médico ver el contorno del colon en una radiografía.
Un nuevo examen para la detección del cáncer colorrectal, que se encuentra bajo investigación y fue desarrollado conjuntamente por la Clínica Mayo y Exact Sciences Inc. de Madison en Wisconsin, ha demostrado hasta ahora ser más preciso y sensible que otras pruebas no invasivas para detectar tumores precancerosos (adenomas) y cáncer en etapa inicial.
La prueba ha sido calificada como "de alta exactitud" y no conlleva ningún procedimiento invasivo, ni requiere ninguna preparación intestinal o establece restricciones con medicamentos o cambios alimenticios.
"La Clínica Mayo bajo el liderazgo del doctor David Ahlquist ha desarrollado esta prueba para detectar la presencia de ciertos genes que pueden permitirnos diagnosticar pólipos versus cáncer de colon o una persona que tiene un colon normal o uno con un tumor", agregó Fernández-Zapico.
Marzo es el Mes de Concientización del Cáncer Colorrectal en los Estados Unidos.
Un nuevo examen para la detección del cáncer colorrectal, que se encuentra bajo investigación y fue desarrollado conjuntamente por la Clínica Mayo y Exact Sciences Inc. de Madison en Wisconsin
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