Por LEANNE ITALIE
NUEVA YORK (AP) — Las parejas en Estados Unidos están corriendo a los altares en un auge de bodas en la era de vacunaciones contra el COVID-19 que tiene a instalaciones y otros negocios en gran demanda.
Con el levantamiento de restricciones a las congregaciones grandes debido al coronavirus, los planificadores de bodas y otros en el sector dicen que han comenzado a recibir reservaciones para finales de 2022 e inicios de 2023.
“Nos hemos quedado sin camiones para algunas fechas este año y eso no ha sucedido nunca antes”, dijo Ben Goldberg, cofundador y presidente de la Asociación de Camiones de Comida de Nueva York. “Nuestros teléfonos no cesan de sonar con llamadas de clientes que quieren celebrar bodas que tuvieron que aplazar durante el COVID”.
También están contribuyendo a la premura las parejas que se casaron durante tiempos más estrictos en la pandemia con pocos invitados o ninguno y ahora planean segundas ceremonias con grupos grandes. Ellos compiten por servicios con aquellos que planeaban casarse este año.
“Estamos teniendo muchas reservaciones de último minuto con poco tiempo para planificar”, dijo Anna Noriega, dueña de Alorè Event Firm en Miami. “Con el aumento de las vacunaciones y la disponibilidad de pruebas de COVID in situ, hemos visto un aumento en el número de invitados y las reservaciones”.
Namisha Balagopal, de 27 años, en Emeryville, California, es una de las que tendrá dos ceremonias.
Ella y Suhaas Prasad, de 33, se conocieron en 2014 y se comprometieron en mayo de 2019. Planeaban una boda tradicional en agosto pasado en Utah, donde Balagopal creció, con 320 invitados y eventos durante cinco días. Pero no pudieron celebrarla debido a las restricciones de la pandemia. Decidieron realizar una pequeña ceremonia a la puesta del sol ese mes con menos de 10 personas en Muir Beach, cerca de San Francisco. Es donde tuvieron su primera cita y donde Prassad le propuso matrimonio.
Ahora, la celebración grande se realizará el 15 de agosto en su sitio original en Park City, Utah, con unos 230 invitados y eventos a lo largo de varios días, incluyendo siete cambios de vestuario para los novios. Muchos de sus seres queridos no pueden viajar de la India a Estados Unidos.
“Es una parte realmente importante de nuestra cultura”, dijo Balagopal del espectáculo. “Al final, era realmente importante para nuestros padres”.
Ella mayormente ha dejado atrás la frustración de la pandemia.
“La boda va a ser muy divertida. Es gratificación aplazada”, dijo Balagopal con una sonrisa.
El auge abarca también los vestidos de boda.
La cadena David’s Bridal, con 282 tiendas en Estados Unidos y más en Gran Bretaña, Canadá y México, tiene 300.000 vestidos en almacenes debido en parte a la falta de bodas en 2020.
“Va a ser una temporada de bodas son precedentes este año”, dijo Maggie Lord, vicepresidenta de David’s cuya guía online de planificación de bodas Rustic Wedding Chic fue adquirida por la compañía. David’s ha estado monitoreando datos de bodas durante la pandemia.
“Las parejas están siendo súper imaginativas y teniendo ceremonias los jueves por la noche o los viernes por la tarde simplemente por el número de personas que se están casando este año”, dijo Lord. “Sabemos que un 90% de las novias este año están buscando bodas al aire libre”, donde hay menos restricciones.
Lord dijo que la pandemia ha ayudado a normalizar aspectos no tradicionales de las bodas: el fin de hors d’oeuvres y buffet, por ejemplo, y más livestreaming para lidiar con las restricciones de viajes y más planificaciones y compras por internet.
La competencia también ha elevado precios. “Ellos saben que tienen clientes que van a pagar”, dijo. “Los que están en el negocio de las bodas están compensando por un año de trabajo limitado, o sin trabajo”.
Anna Price Olson, directora editorial asociada de la revista Brides, dijo que muchos en el sector son negocios pequeños.
“Están tratando de satisfacer la demanda de nuevos clientes y clientes que han aplazado”, dijo. “Para ello, en muchos casos, tienen que cobrar más. Tienen que contratar recursos adicionales, traer personal de regreso”.
Una cosa es segura, dijo Lord: Las novias y los novios están “trayendo de regreso las bodas grandes, con listas de invitados un poco más seleccionadas y quizás no 300 personas en un atestado salón de bailes”.
Tirusha Dave es la dueña y directora general de una compañía exclusiva de planificación de bodas, Bravura Brides, la que usó Balagopal. Ella organizó 10 bodas en 2019 y apenas tres en 2020. Dave ya tiene 11 bodas reservadas para este año, con entre 250 y 300 invitados en cada una.
“Pienso que todo el mundo está listo para que las cosas regresen, aunque en una forma segura”, dijo.
El portal de planificaciones de bodas de Lord tiene muchos más negocios con reservaciones para dos años, en lugar de los 12 meses tradicionales de planificación, con las parejas esperando por los sitios que quieren y tratando de distanciar sus días especiales de la pandemia.
Justin Warshaw es el director creativo y director general de Justin Alexander Group, una casa global de diseño y producción con cinco marcas centrales y más bajo licencia y arreglos de producción para otras marcas.
Él ha visto un incremento de las reservaciones de 593% desde el 1 de abril del 2020. Ochenta y ocho por ciento de sus 2.200 minoristas en 80 países están ahora abiertos y operando, y Estados Unidos es el mayor mercado.
Comparando de enero a finales de mayo de este año con el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia, Warshaw experimentó un incremento de 40% en ventas de vestidos de bodas en Estados Unidos
“Mucho de ello tiene que ver con demanda acumulada y es lo que pensé que sucedería: muchas parejas del COVID comprometiéndose y casándose”, dijo Warshaw, que está entre los recién comprometidos. “Con el optimismo por las vacunas, la gente quiere celebrar con sus familias y amigos, y reanudar sus vidas”.
Chappall Gage, que administra con su madre el servicio de preparación de comidas Susan Gage Caterers en Washington, D.C., ha registrado un auge en eventos especiales en general, ya que de 30% a 40% de sus negocios de fines de semanas es en bodas.
“Es el evento grande que está regresando rápidamente”, dijo “Ahora estamos en una transición donde están acabándose las microbodas y la gente está comenzando a sentirse cómoda con las bodas grandes”.