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SAN DIEGO (AP) — Durante las últimas semanas del gobierno de Donald Trump, el Departamento de Seguridad Nacional firmó discretamente acuerdos con al menos cuatro estados que amenazan con descarrilar temporalmente los planes del presidente Joe Biden para deshacer las políticas migratorias de su predecesor.

Tales acuerdos dicen que Arizona, Indiana, Luisiana y Texas tienen derecho a un periodo de consultas de 180 días antes de que entre en vigor cualquier cambio en políticas del poder ejecutivo. El gobierno de Biden rechaza ese argumento sobre la base de que la inmigración es responsabilidad exclusiva del gobierno federal, como señala la Constitución.

Trump se apoyó fuertemente en su poder ejecutivo para impulsar su agenda migratoria porque fue incapaz de generar suficiente apoyo en el Congreso para sus políticas. Ahora, algunos de sus partidarios dicen que Biden se extralimita al usar la misma estrategia para revertir las medidas.

La primera prueba legal es en Texas, donde el gobernador y el fiscal general estatal están impugnando la moratoria de 100 días ordenada por el presidente demócrata a las deportaciones, que entró en vigor el viernes.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) les dijo a los legisladores poco antes de la investidura de Biden la semana pasada que llegó a nueve acuerdos, la mayoría de ellos con estados, según un funcionario del Congreso que habló a condición de guardar el anonimato para poder declarar sobre información que aún no está disponible públicamente.

El DHS declinó comentar al respecto, bajo el argumento de que hay una demanda en curso. El gobierno de Trump, usualmente ansioso por pregonar sus acciones para controlar la inmigración, guardó silencio sobre los acuerdos, cuya existencia fue reportada en primera instancia por BuzzFeed News.

Los acuerdos de nueve páginas, conocidos como Promulgación de Santuario para los Estadounidenses Primero (SAFE, por sus siglas en inglés), son de amplio calado. Requieren que los gobiernos estatales y locales dispongan de un período de 180 días para comentar sobre cambios en el número de agentes de inmigración y el número de personas puestas en libertad tras estar bajo custodia de las autoridades migratorias, así como las prioridades para aplicación de la ley, los criterios para otorgar asilo y quién cumple los requisitos para recibir estatus legal.

Sin ofrecer evidencia, los acuerdos señalan que relajar la aplicación de la ley puede afectar la educación, los servicios médicos, la vivienda y los empleos.

El comisario Sam Page del condado Rockingham, Carolina del Norte, en la frontera con Virginia, firmó un acuerdo el 22 de diciembre.

“Cualquier gobierno entrante probablemente haga cambios de políticas”, señaló el sheriff. “Los cambios de políticas a nivel federal nos afectan a nivel local. Estamos esperanzados en que el acuerdo SAFE fomente la comunicación oportuna en torno a cualquier cambio de política significativo en el futuro. Simplemente solicitamos se nos avise de estos cambios”.

El secretario de Justicia de Luisiana, el republicano Jeff Landry, firmó un acuerdo el 15 de diciembre para “poner freno a la ola de inmigración ilegal”, dijo el portavoz Cory Dennis.

“Aunque algunos podrían intentar difuminar las diferencias, hay una diferencia entre la inmigración legal y la ilegal, y es importante reconocerlo”, manifestó. “Nuestra fiscalía seguirá siendo un organismo de vigilancia para cualquier cambio a las políticas de inmigración que pudiera ser perjudicial para el pueblo de Luisiana”.

En Indiana, el exsecretario de Justicia estatal Curtis Hill, también un republicano, firmó el acuerdo el 22 de diciembre. Rachel Hoffmeyer, portavoz del gobernador Eric Holcomb, dijo que se mantendrá vigente tras una primera revisión.

Katie Conner, portavoz del secretario de Justicia de Arizona, Mark Brnovich, confirmó que el estado es signatario del acuerdo, y dijo que éste “tiene numerosos acuerdos de cooperación con agencias policiales a nivel federal, estatal y local, incluyendo el Departamento de Seguridad Nacional”.

Además de la moratoria a las deportaciones, el gobierno de Biden suspendió una política para hacer que los solicitantes de asilo aguarden en México a que los convoquen para audiencias en una corte migratoria estadounidense. Seis de las 17 órdenes ejecutivas que el mandatario promulgó en su primer día en el puesto tenían que ver con la inmigración, tales como suspender los trabajos en el muro fronterizo y cancelar la prohibición a la entrada de personas provenientes de varios países de población predominantemente musulmana.

Hiroshi Motomura, profesor de leyes y políticas migratorias en la Escuela de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles, consideró que los acuerdos son “algo muy inusual, como de último momento”, y dijo que generan interrogantes sobre cómo un gobierno puede atarle las manos a su sucesor. Él cree que una moratoria a la deportación está dentro de las facultades de un presidente.

Steve Legomsky, profesor emérito de la Escuela de Leyes de la Universidad Washington y exabogado en jefe del Servicio de Ciudadanía e Inmigración, dijo que los acuerdos son una “idea terrible” que podría crear una competencia en la que los estados que se oponen a la inmigración compitan entre sí para ahuyentar a los inmigrantes hacia otra parte.

“Durante toda nuestra historia se ha entendido que la política de inmigración es responsabilidad exclusiva del gobierno federal”, señaló Legomsky.

El mantener la aplicación de las leyes de inmigración dentro de la esfera del gobierno federal le permite a la nación hablar con una sola voz en lo relativo a la política exterior, agregó Legomsky. No “podemos tener 50 juegos de leyes migratorias contrapuestas operando al mismo tiempo”, indicó.

El gobierno de Biden presentó argumentos similares en un documento presentado ante la corte el domingo después de que Texas le pidió a un juez federal que bloqueara la moratoria a la deportación.

Texas, que ha encabezado una impugnación al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia —el cual protege a cientos de miles de jóvenes de la deportación_, alegó que la moratoria viola su acuerdo con el DHS. El estado también argumentó que la moratoria viola los procedimientos federales para elaborar normas.

El juez federal de distrito Drew Tipton en Victoria, Texas, designado al puesto por Trump el año pasado, sostuvo audiencias el viernes y el lunes para examinar la solicitud de Texas.

WASHINGTON (AP) — El presidente Joe Biden se enfrenta al riesgo político que conlleva una gran ambición.

Como una de sus primeras medidas, Biden ofreció la semana pasada una extensa reforma inmigratoria que allanaría el camino a la ciudadanía estadounidense a un estimado de 11 millones de personas que están en Estados Unidos sin autorización. También modificaría cláusulas para eliminar algunas de las duras políticas aprobadas por el presidente Donald Trump, como la de intentar acabar con la protección para inmigrantes traídos a Estados Unidos siendo niños y la de restringir el asilo.

Es precisamente el tipo de acciones que los activistas latinos han deseado, particularmente después de la dura estrategia de la época de Trump. Pero debe competir con los otros objetivos legislativos prometidos por Biden, incluido un plan de 1,9 billones de dólares para combatir el coronavirus, un paquete de infraestructura que promueve iniciativas de energía limpia y una “opción pública” para expandir el seguro médico.

En la mejor de las circunstancias, implementar una variedad tan amplia de leyes podría ser difícil. Pero en un Congreso tan dividido, sería imposible. Y eso tiene a los latinos, el bloque electoral que más crece en el país, preocupados de que Biden y los líderes congresuales podrían eliminar acuerdos que debiliten mucho el producto final o ni siquiera aprueben algo.

“Esta no puede ser una situación en donde una simple propuesta de ley visionaria, una propuesta de ley mensaje, se envíe al Congreso y no suceda nada con ella”, dijo Marielena Hincapié, directora del Centro Nacional de Leyes de Inmigración. “Hay una expectativa de que cumplirán y de que hay un mandato ahora para que Biden sea pro inmigrante sin arrepentimiento y tenga un imperativo político para hacerlo, y los demócratas también”.

Si, finalmente, los latinos se sienten traicionados, las consecuencias políticas para los demócratas podrían durar mucho tiempo. Las elecciones del 2020 tuvieron varias alertas de que, a pesar de los esfuerzos demócratas de crear una coalición multirracial, el apoyo latino podría estar en riesgo.

Biden ya causaba escepticismo entre algunos activistas latinos por su asociación con el expresidente Barack Obama, quien fue llamado el “deportador en jefe” por el número récord de inmigrantes que fueron sacados del país durante su gobierno. El senador Bernie Sanders desafió a Biden el año pasado en los caucus de Nevada y la primaria de California, que sirvieron como los primeros termómetros para el voto latino.

WASHINGTON (AP) — El gobierno de Joe Biden está proponiendo a Rusia extender durante cinco años el tratado Nuevo START que limita el número de armas nucleares estratégicas de ambos países, informó un funcionario estadounidense el jueves.

Se transmitía la propuesta a funcionarios rusos, indicó la fuente, que habló bajo la condición de anonimato por tratarse de un asunto aún no anunciado oficialmente por el gobierno. Otro funcionario, que también habló bajo la condición de anonimato, confirmó la propuesta, pero no entró en detalles.

El diario Washington Post fue el primero en dar la noticia.

El asesor de seguridad nacional Jake Sullivan planeaba comunicar la propuesta al embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, en las próximas horas, expresó el funcionario.

El tratado, que caduca el 5 de febrero, es el último acuerdo vigente que limita las armas nucleares de ambos países. Firmado en 2010 por los presidentes Barack Obama y Dmitry Medvedev, limita a cada país a 1.550 ojivas nucleares instaladas.

El entonces presidente Donald Trump había criticado duramente el acuerdo por considerar que era desventajoso para Estados Unidos. Su gobierno empezó a mantener conversaciones con Rusia sobre el futuro del tratado apenas el año pasado. Trump insistía en sumar a China al pacto, propuesta que Beijing rechazó de plano.

Biden, quien indicó durante la campaña que estaba a favor de extender el Nuevo START, no propone modificación alguna, dijo el funcionario. Por lo tanto parecería que Moscú estaría de acuerdo con la extensión.

SEATTLE (AP) — Amazon puso su colosal red de operaciones y su avanzada tecnología a disposición del presidente Joe Biden para la distribución de 100 millones de vacunas contra COVID-19 a la población estadounidense durante los primeros 100 días de su gobierno.

“Estamos preparados para aprovechar nuestras operaciones, tecnología de la información y capacidades y pericia en comunicaciones para ayudar en sus esfuerzos de su gobierno para la vacunación”, escribió el director ejecutivo de la división de Consumo Mundial de Amazon, Dave Clark, en una carta dirigida a Biden. “Nuestra escala nos permite causar un impacto significativo inmediatamente en el combate contra el COVID-19, y estamos listos para ayudarle en este esfuerzo”.

Amazon agregó que de antemano ha dispuesto que un proveedor externo de atención médica ocupacional administre las vacunas directamente en sus instalaciones a sus empleados una vez que ellos sean requeridos.

Amazon cuenta con más de 800.000 empleados en Estados Unidos, escribió Clark, en su mayoría trabajadores esenciales que no pueden laborar desde casa y deberían ser vacunados lo más pronto posible.

En su segundo día en el puesto, Biden se aprestaba el jueves a firmar 10 órdenes ejecutivas relacionadas con la pandemia, pero el gobierno afirma que los esfuerzos para impulsar la distribución de las vacunas se han visto obstaculizados por la falta de cooperación del gobierno de Trump durante la transición. El nuevo gobierno ha señalado que no cuenta con la información completa sobre las acciones de la administración pasada respecto a la distribución de la vacuna.

Biden también depende de que el Congreso le otorgue 1,9 billones de dólares para ayuda económica y respuesta ante el COVID-19. Existe una letanía de quejas de los estados que afirman que no han recibido vacunas suficientes pese a que se les pidió vacunar a un amplio sector de la población.

De acuerdo con los datos hasta el 20 de enero de la Universidad Johns Hopkins, el promedio de muertes diarias en Estados Unidos para un periodo de siete días aumentó en las últimas dos semanas de 2.677,3 el 6 de enero a 3.054,1 el miércoles. Más de 400.000 personas han muerto de COVID-19 en Estados Unidos.

WASHINGTON (AP) — En medio de la ola más mortífera del coronavirus y ante la aparición de nuevas cepas, el presidente Joe Biden pondrá en marcha una estrategia nacional para acelerar las vacunaciones y pruebas, reabrir escuelas y negocios e incrementar el uso de la mascarilla, con la obligación de usarla durante los viajes.

Biden hablará también de las inequidades que sufren las comunidades minoritarias al firmar 10 decretos relativos a la pandemia en las próximas horas.

Biden ha prometido tomar medidas mucho más agresivas para frenar el virus de las que tomó su predecesor, las que incluyen normas de salud pública. Enfrenta grandes obstáculos ya que el virus se está propagando en la mayoría de los estados, la campaña de vacunación es lenta y existe incertidumbre si los legisladores republicanos estarán dispuestos a aprobar un paquete de rescate económico de 1,9 billones de dólares en respuesta al COVID.

“Debemos pedir al común de los estadounidenses que cumplan con su deber”, dijo Jeff Zients, el funcionario de la Casa Blanca que dirige la respuesta nacional. “Para derrotar el virus se requiere un esfuerzo nacional coordinado”.

Funcionarios de Biden se quejan de la falta de cooperación del gobierno anterior durante la transición. Dicen que no comprenden plenamente qué medidas se tomaron para la distribución de vacunas. Y los estados se quejan de la falta de vacunas en momentos que se les pide que extiendan la campaña de inmunización a nuevos sectores de la población.

Biden lo reconoció en su discurso de investidura. “Estamos entrando en lo que bien pudiera ser el período más difícil y mortífero del virus”, dijo antes de pedir un minuto de silencio en memoria de los más de 400.000 muertos de COVID-19 en Estados Unidos.

El principal asesor médico de Biden sobre la pandemia, el doctor Anthony Fauci, anunció que Estados Unidos renovará su apoyo a la Organización Mundial de la Salud, blanco de fuertes críticas del gobierno anterior, con nuevos compromisos para enfrentar el coronavirus y otros problemas globales de salud. Fauci dijo el jueves por la mañana que Estados Unidos se sumará a los esfuerzos de la agencia de salud de la ONU para llevar vacunas, terapias y diagnósticos a la gente necesitada, en países ricos o pobres, y retomará su nivel anterior de aporte de fondos y personal a la OMS.

La orden de Biden de utilizar la mascarilla se aplicará a aeropuertos y aviones, buques, autobuses de larga distancia, trenes y el transporte público. Los viajeros del exterior deberán presentar una prueba negativa de COVID-19 antes de partir hacia Estados Unidos y observar cuarentena al arribar. El uso de la mascarilla en toda propiedad federal ya es obligatorio.

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Entrevistas con El Vocero Hispano: Oasis Legal Group // Abogado Jairo Hernandez

Andrés Abreu entrevista al abogado Jairo Hernández de la firma Oasis Legal Group. Hernández es especializado en asuntos de inmigración y estará ofreciendo sus servicios en Grand Rapids. Su oficina está localizada en la 250 Monroe Ave NW en la suite 400, oficina 440 y estará abierta publico a partir del 1 de octubre.

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