ULTIMAS NOTICIAS

Por AARON MORRISON y MATT SEDENSKY

MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP) — Celebridades, músicos y políticos se reunieron frente al féretro dorado de George Floyd durante un acalorado funeral el jueves en honor del hombre cuya muerte a manos de la policía desató protestas a nivel mundial, y en el que un líder de la defensa de los derechos civiles declaró que es momento de que las personas afroamericanas exijan: “¡Quítennos la rodilla del cuello!”

El funeral —el primero de varios programados en tres ciudades distintas durante los próximos seis días— se llevó a cabo en un santuario de la Universidad North Central mientras que a unas cuadras de distancia, un juez fijó una fianza de 750.000 dólares a cada uno de los tres expolicías de Minneapolis acusados de instigar y secundar en la muerte de Floyd.

Floyd, un portero de seguridad desempleado de 46 años, falleció el 25 de mayo después que un agente de policía de raza blanca, Derek Chauvin, lo inmovilizó colocándole la rodilla sobre el cuello durante varios minutos mientras Floyd se encontraba esposado, tendido sobre el pavimento y diciendo que no podía respirar. Chauvin fue acusado de asesinato, y él y los otros tres policías involucrados en el caso podrían ser sentenciados hasta a 40 años en prisión.

De costa a costa, y de París a Londres, a Sydney y a Río de Janeiro, el escalofriante video tomado con un celular que capta la lenta muerte de Floyd ha desencadenado turbulentas y, en ocasiones, violentas protestas contra la brutalidad policial, el racismo y la desigualdad. 

“La historia de George Floyd ha sido la historia de los negros. Porque desde hace 401 años, el motivo por el que no hemos podido ser quien quisiéramos o soñábamos es que nos ponen la rodilla sobre el cuello”, sostuvo el reverendo Al Sharpton en su discurso. “Es momento de que nos pongamos de pie a nombre de George y digamos ’¡Quítennos la rodilla del cuello!”

Sharpton prometió que lo que sucede en la actualidad se convertirá en un movimiento para “cambiar todo el sistema de justicia”.

“¡Se acabó el tiempo para que rindan cuentas! ¡Se acabó el tiempo para que pongan pretextos! ¡Se acabó el tiempo para que intenten demorar las cosas! ¡Se acabó el tiempo de las palabras y las promesas vacías! ¡Se acabó el tiempo para obstaculizar al brazo de la ley”, subrayó.

En el servicio funerario estuvieron presentes el reverendo Jesse Jackson, la senadora Amy Klobuchar y miembros del Congreso, incluyendo a las representantes Ilhan Omar, Sheila Jackson-Lee y Ayana Pressley. Entre las celebridades también acudieron T.I., Ludacris, Tyrese Gibson, Kevin Hart, Tiffany Haddish y Marsai Martin.

Por JULIE PACE

WASHINGTON (AP) — El expresidente Barack Obama está asumiendo un papel cada vez más público mientras el país se enfrenta a una convergencia de crisis históricas que han expuesto profundas desigualdades raciales y socioeconómicas en Estados Unidos y han cambiado el panorama de las elecciones presidenciales de noviembre.

Con ello, Obama está mostrando su disposición a criticar fuertemente a su sucesor, el presidente Donald Trump, y a ocupar lo que muchos perciben como un vacío en el liderazgo nacional. El miércoles, Obama sostuvo un foro virtual con jóvenes para discutir las medidas políticas y el descontento civil a raíz de la muerte de George Floyd en Minneapolis.

Obama rechazó un debate que dijo que ha visto en “parloteos en internet” sobre “las votaciones contra las protestas; la política y la participación contra el descontento civil y las acciones directas”.

“Esto no es de una cosa o la otra. Se trata de las dos cosas y de crear un cambio real”, dijo. “Tenemos que resaltar un problema e incomodar a las personas en el poder, pero también debemos traducir eso en soluciones prácticas y leyes que puedan ser implementadas y monitoreadas, y asegurarnos de que se sigan”.

Obama pidió que las protestas sobre la muerte de Floyd se conviertan en un cambio político para garantizar medidas de protección más seguras y una mayor confianza entre las comunidades y las autoridades policiales. Instó a “cada alcalde del país a revisar sus políticas sobre el uso de la fuerza” junto a sus comunidades, y “comprometerse a reportar sobre proyectos de reforma” antes de priorizar su implementación.

“Estamos en una temporada política, pero nuestro país también está en un punto de inflexión”, dijo Valerie Jarrett, vieja amiga y asesora de Obama. “El presidente Obama no va a alejarse de esa conversación sólo porque ya no está en la presidencia”.

Durante la mesa redonda, Obama comparó el descontento actual en el país con los movimientos de protesta de la década de 1960. Pero aclaró que los sondeos demuestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan a los actuales manifestantes y forman una “coalición más amplia” a diferencia de aquella época, a pesar de que algunas de las protestas recientes “han quedado manchadas por los actos de violencia de una pequeña minoría”.

Aun así, advirtió, “en algún momento, se perderá la atención” y las “protestas se irán reduciendo de tamaño” así que “como sociedad, como país, es importante tomar ese momento y utilizarlo para que finalmente tenga impacto”.

Por AMY FORLITI y STEVE KARNOWSKI

MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP) — Un médico forense clasificó el lunes la muerte de George Floyd como homicidio, y señalo que sufrió un paro cardíaco mientras la policía lo tenía inmovilizado y le presionaba el cuello, un hecho que fue captado en video y que ha desatado protestas en todo Estados Unidos.

“El difunto experimentó un paro cardiorrespiratorio cuando estaba siendo sometido por agentes policiales”, afirmó en un reporte la Oficina del Forense del Condado de Hennepin.

En el apartado “otros problemas de salud significativos” se indica que Floyd padecía hipertensión y enfermedad del corazón, y menciona que estaba intoxicado con fentanilo y que había consumido metanfetaminas recientemente.

Un policía de Minneapolis fue acusado la semana pasada de homicidio en tercer grado por la muerte de Floyd, y otros tres agentes fueron despedidos. En un video captado por una transeúnte se ve al policía, Derek Chauvin, con la rodilla sobre el cuello de Floyd a pesar de los gritos del hombre de que no podía respirar, hasta que dejó de moverse.

Otra autopsia solicitada por la familia de Floyd también describió su muerte como un homicidio. Concluyó que murió de asfixia debido a compresión del cuello y de la espalda, según el abogado de la familia, Ben Crump, que pidió que se elevaran los cargos a homicidio en primer grado para Chauvin y se presentaran cargos contra otros tres agentes. No especificó qué cargos reclamaban para los otros policías.

La autopsia efectuada por un doctor que también examinó el cadáver de Eric Garner —otro afroestadounidense que murió mientras era sometido por la policía— halló que la compresión sobre el cuello interrumpió el flujo de sangre hacia el cerebro de Floyd, y que la presión de las rodillas de otros agentes sobre su espalda le imposibilitó respirar, dijo el abogado Ben Crump.

Tanto el forense del condado como la autopsia ordenada por la familia discrepaban de la autopsia inicial, según se describe en una denuncia penal contra el agente. La autopsia inicial incluyó los efectos de estar maniatado, junto con problemas de salud subyacentes y potenciales estupefacientes en el sistema de Floyd, pero también afirmó que no halló nada “para sustentar un diagnóstico de asfixia traumática o estrangulamiento”. Ninguna de las tres autopsias se han publicado al completo por ahora.

En la autopsia que pidió la familia no se encontró evidencia de enfermedad del corazón y se concluyó que estaba saludable.

Floyd murió después de que Chauvin, que es blanco, ignorase los gritos de la gente en el lugar pidiéndole que se apartara, y los llanos de Floyd diciendo que no podía respirar. Su muerte desencadenó protestas en Minneapolis y todo Estados Unidos.

La demanda inicial no incluía detalles sobre sustancias intoxicantes. En la llamada al 911 que originó la actuación policial, el denunciante describió al sospechoso de pagar con dinero falso como “tremendamente borracho y sin control sobre sí mismo”.

Como los familiares de otros hombres negros muertos a manos de la policía, la familia y abogados de Floyd encargaron su propia autopsia porque no confiaban en que las autoridades locales hicieran un reporte imparcial.

RIDGECREST, California, EE.UU. (AP) — Un terremoto de magnitud 5,5 remeció el miércoles la región del desierto de California que el verano pasado sufrió miles de réplicas tras un potente sismo.

El temblor se registró a una profundidad bastante baja poco después de las 18:30 y el epicentro estuvo a 22 kilómetros (13,6 millas) al norte de la pequeña ciudad de Ridgecrest, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

No se reportaron daños materiales ni personales de inmediato, dijo un miembro del Departamento de Policía de la ciudad.

El terremoto se sintió como un golpe y sacudió un edificio de gran altura del centro de Las Vegas. La emisión del noticiero de la televisora local se detuvo cuando los presentadores vieron que las luces de tambaleaban en los estudios.

El sismo remeció también edificios en el centro de Los Ángeles.

La sismóloga Lucy Jones señaló en Twitter que el terremoto del miércoles fue “una gran réplica tardía”, del sismo de magnitud 7,1 del 5 de julio de 2019. Entre sus mucas réplicas, un puñado han alcanzado magnitud 5.

Por ASHRAF KHALIL, AARON MORRISON y JIM VERTUNO

WASHINGTON (AP) — Con varias ciudades heridas por días de violentas protestas, Estados Unidos inició una nueva semana con vecindarios llenos de escombros, calles urbanas cortadas y una confianza mermada sobre cuándo encontrarán sus gobernantes las respuestas para controlar el caos, en un clima de emociones en carne viva por las muertes de personas negras a manos de la policía.

Entretanto un policía en Fort Lauderdale fue suspendido al difundirse un video en que aparece lanzando al piso a una mujer arrodillada en las protestas del domingo.

Los colegas del oficial inmediatamente lo alejaron de la mujer y a otro lado de la calle. El alcalde Dean Trantalis informó a reporteros que el oficial fue suspendido mientras se desarrolla una investigación. No dio el nombre del policía.

“Si se llega a confirmar que actuó inapropiadamente, habrá de inmediato medidas disciplinarias. No aceptamos ese tipo de conducta ... pensamos que esto jamás debió oc ocurrir”, declaró Trantalis el domingo por la noche.

En Washington, se informó que el presidente Donald Trump le pidió a gobernadores mano dura contra protestas, diciéndoles: “La mayoría de ustedes son débiles.”

Todo colisionó contra un país ya afectado por los más de 100.000 muertos de la pandemia del coronavirus, y un desempleo en niveles inauditos desde la Gran Depresión.

El domingo cerró un accidentado fin de semana en el que las autoridades locales y estatales desplegaron a miles de soldados de la Guardia Nacional, impusieron estrictos toques de queda y cerraron sistemas de transporte público.

Pese a todo, muchas manifestaciones derivaron en violencia cuando los manifestantes arrojaron piedras y bombas incendiarias contra la policía en Filadelfia, encendieron una hoguera cerca de la Casa Blanca y fueron recibidos con gas lacrimógeno y aerosol de pimienta en Austin y otras ciudades. Siete policías de Boston fueron hospitalizados.

En algunas ciudades, los ladrones allanaron tiendas y se llevaron todo lo que pudieron cargar, dejando a los propietarios, muchos de los cuales estaban reabriendo sus negocios tras los cierres por el coronavirus, la tarea de limpiar los cristales rotos.

En otras, la policía intentó rebajar la tensión arrodillándose en solidaridad con los manifestantes, al tiempo que mantenía un amplio despliegue por seguridad.

Las manifestaciones comenzaron tras la muerte de George Floyd, un hombre negro que suplicó pidiendo aire mientras un policía le presionaba el cuello con la rodilla. Las tensiones ya habían subido en las semanas previas tras la detención de dos hombres blancos en mayo por matar a tiros a Ahmaud Arbery, un hombre negro que había salido a correr en Georgia, y la muerte en marzo de Breonna Taylor, baleada en su casa por la policía de Louisville.

“Siguen matando a nuestra gente”, dijo Mahira Louis, de 15 años, que acudió junto a su madre y cientos de personas a una manifestación en el centro de Boston. “Estoy harta de esto”.

Las protestas ante la Casa Blanca se recrudecieron el domingo después de tres días de manifestaciones. La policía empleó gas lacrimógeno y granadas aturdidoras contra una multitud de más de mil personas, que coreaban lemas al otro lado de la calle, en el Parque Lafayette. La multitud salió corriendo y apiló señales de tráfico y vallas de plástico para prender una gran hoguera en una calle cercana. Algunos quitaron una bandera estadounidense de un edificio y la lanzaron a las llamas.

Un edificio del parque que aloja una oficina de mantenimientos y baños públicos fue incendiado. Las manifestaciones continuaron más allá del toque de queda, y la policía de Washington dijo estar respondiendo a varios avisos por incendios provocados en la capital.

Toda la Guardia Nacional de Washington D.C. -unos 1.700 soldados- fue desplegada para ayudar a controlar las protestas, según dos funcionarios del Departamento de Defensa que insistieron en mantener el anonimato porque no estaban autorizados a comentar el asunto de forma pública.

A medida que las protestas aumentaron de dimensión, el presidente Donald Trump retuiteó al comentarista conservador Buck Sexton, quien pidió “fuerza abrumadora” contra los manifestantes violentos.

El exvicepresidente Joe Biden, probable candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, visitó una zona de protestas en su población natal en Wilmington, Delaware, y habló con algunos manifestantes. También escribió un post en Medium expresando su comprensión a los consternados por la muerte de Floyd.

Al menos 4.400 personas fueron detenidas en los días de protestas, según un conteo de The Associated Press. Los cargos iban desde robos y cortes de autopistas a incumplir toques de queda.

En Salt Lake City, un líder activista condenó la destrucción de la propiedad pero dijo que el duelo por los edificios dañados no debería estar al mismo nivel que el dolor por hombres negros como Floyd.

“Quizá este país reciba el mensaje de que estamos hartos de que la policía asesine a hombres negros desarmados”, dijo Lex Scott, fundador de Black Lives Matter Utah. “Quizá la próxima vez que un policía blanco decida apretar el gatillo, le venga la imagen de ciudades en llamas”.

Sin embargo, miles de personas siguieron marchando de forma pacífica en Phoenix, Albuquerque y otras ciudades, y algunos pidieron el final de los incendios, el vandalismo y los robos, afirmando que socavan sus demandas de justicia y reformas.

En el centro de Atlanta, las autoridades lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a cientos de manifestantes. La alcaldesa, Keisha Lance Bottoms, dijo que dos agentes habían sido despedidos y tres relegados a labores administrativas tras la difusión de un video en el que se veía a agentes rodeando un auto el sábado y utilizando pistolas eléctricas contra el hombre y la mujer que iban dentro.

En el centro de Los Ángeles, una camioneta de la policía aceleró hacia varios manifestantes en una calle, derribando a dos personas. Los manifestantes se levantaron y corrieron hacia la vereda. En la cercana Santa Mónica, cerca de una manifestación pacífica, un grupo irrumpió en varias tiendas y robó objetos como zapatillas y sillas plegables. En un restaurante al otro lado de la calle se produjo un incendio.

En Minneapolis, el agente que presionó su rodilla sobre el cuello de Floyd por varios minutos ya fue acusado de asesinato, pero los manifestantes exigen que los otros tres policías involucrados en el caso sean procesados. Los cuatro ya fueron despedidos.

“No hemos acabado”, dijo Darnella Wade, organizadora de Black Lives Matter en la vecina ciudad de St. Paul, en donde miles de personas se reunieron pacíficamente frente al Capitolio estatal. “Nos enviaron al ejército y nosotros sólo les pedimos arrestos”.

La indignación por el racismo a través de muchas generaciones en un país fundado por esclavistas se sumó a una serie de muertes recientes para avivar el descontento. A eso se añadía la angustia por meses de confinamiento provocado por la pandemia del coronavirus, que ha golpeado de forma desproporcionada a las comunidades de color, no solo en número de infectados, sino también en empleos destruidos y penurias económicas.

La escala de las protestas en todo el país era similar a las manifestaciones históricas del movimiento de los derechos civiles y en contra de la guerra de Vietnam.

EVH Impresa

GALERÍA DE VIDEO

FOLLOW US

 
   

 

Video de hoy

Entrevistas con El Vocero Hispano: Oasis Legal Group // Abogado Jairo Hernandez

Andrés Abreu entrevista al abogado Jairo Hernández de la firma Oasis Legal Group. Hernández es especializado en asuntos de inmigración y estará ofreciendo sus servicios en Grand Rapids. Su oficina está localizada en la 250 Monroe Ave NW en la suite 400, oficina 440 y estará abierta publico a partir del 1 de octubre.

FOTO NOTICIAS