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Por JILL COLVIN, LISA MASCARO y ANDREW TAYLOR

WEST PALM BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — El presidente Donald Trump firmó el domingo un paquete de ayuda económica de 900.000 millones de dólares, poniendo fin a días de dramatismo por su negativa a aceptar el acuerdo bipartidista que entregará dinero a empresas e individuos afectados por la pandemia y evitará el cierre del gobierno. El proyecto de ley incluye 1,4 billones de dólares para financiar las agencias gubernamentales hasta septiembre y contiene otras prioridades legislativas, como dinero para los sistemas de tránsito y un aumento en las prestaciones de cupones de alimentos.

La firma, realizada en su club privado de Florida, se produjo después de un día de fuertes críticas tanto de republicanos como de demócratas por sus objeciones al acuerdo, que fue aprobado por la Cámara de Representantes y por el Senado por amplios márgenes, por legisladores que creían que tenían el apoyo de Trump.

Las demandas de último minuto del mandatario, como que los cheques de ayuda fueran por un mayor monto y que se redujera el gasto público, habían tomado por sorpresa a los miembros de ambos partidos. Su demora en la firma dio lugar a un lapso en las prestaciones por desempleo de millones de personas que pasan apuros para pagar las cuentas y amenazaba con provocar un cierre del gobierno en medio de una pandemia.

La promulgación de la ley disipa otra crisis creada por Trump mismo y pone fin a un enfrentamiento con su propio partido durante los últimos días de su gobierno.

No estaba claro lo que Trump había logrado al retrasar la firma, más allá de dar a los demócratas la posibilidad de presionar para aumentar los montos de los cheques de ayuda. En un comunicado, Trump señaló nuevamente su frustración porque el apoyo por el COVID-19 sólo sea de 600 dólares para la mayoría de los estadounidenses, y no de 2.000 dólares, una cifra rechazada por sus colegas republicanos. También se quejó de lo que consideró son gastos innecesarios del gobierno en general.

“Firmaré el paquete de gastos generales y por el COVID con un mensaje firme que le especifica claramente al Congreso que es necesario retirar los puntos en los que hay dispendio”, afirmó Trump en el comunicado.

Aunque el presidente insistió en que le enviaría al Congreso “una versión subrayada en rojo” con los artículos a ser retirados, ésas son simplemente sugerencias a los legisladores. El proyecto de ley, como está firmado, no necesariamente será modificado.

Ahora los congresistas tienen margen de maniobra para seguir debatiendo si los cheques de ayuda económica deberían ser por un monto tan grande como el que el presidente exige. La Cámara de Representantes controlada por los demócratas sí respalda cheques por una cantidad mayor, y el lunes someterá el tema a votación, pero se prevé que el Senado dominado por los republicanos los rechace.

Los republicanos y los demócratas expresaron rápidamente su beneplácito por la decisión de Trump de firmar el proyecto para convertirlo en ley.

“El proyecto de ley alcanzado en una solución negociada no es perfecto, pero le hará un bien enorme a los habitantes de Kentucky y a los estadounidenses de todo el país que están pasando apuros y necesitan ayuda ahora”, dijo Mitch McConnell, el líder de la mayoría republicana en el Senado. “Le agradezco al presidente por firmar este proyecto para convertirlo en ley”.

 

WILMINGTON, Delaware, EE.UU. (AP) — El presidente electo Joe Biden dijo el martes que tomará meses revertir algunas de las acciones emprendidas por el presidente Donald Trump respecto a la inmigración y ofreció una línea de tiempo más lenta de la que prometió durante su campaña, lo que podría molestar a activistas que buscan que se actúe con mayor velocidad al respecto.

Sus comentarios son similares a los realizados por dos de sus principales asesores de política exterior en una entrevista con la agencia de noticias española EFE el lunes, en la que señalaron que iban a revertir las restrictivas políticas de asilo implementadas por Trump. Susan Rice, quien fungirá como asesora de política interna, y Jake Sullivan, su elección para asesor de seguridad nacional, así como el propio Biden, advirtieron que actuar demasiado rápido podría crear una nueva crisis en la frontera.

Durante una conferencia de prensa en Wilmington, Delaware, Biden dijo que ya empezó a discutir el tema con el presidente mexicano y con “nuestros amigos en América Latina” y señaló que la “línea de tiempo es hacerlo para que en realidad lo mejoremos y no lo empeoremos”.

“Lo último que necesitamos es decir que vamos a suspender inmediatamente la manera en la que se opera el acceso al asilo ahora mismo y entonces terminemos con 2 millones de personas en nuestra frontera”, dijo Biden.

Apuntó que se necesitan más fondos para tener una mayor cantidad de jueces de asilo para procesar las solicitudes y prometió que aunque trabajará para flexibilizar las restricciones de asilo de Trump, “probablemente tomará los siguientes seis meses poner eso en marcha”.

Sus comentarios surgen a medida que las detenciones a lo largo de la frontera han aumentado en los últimos meses. De acuerdo con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, las detenciones en octubre aumentaron 30% respecto a las realizadas en septiembre, y siguieron a ese nivel en noviembre.

Algunos expertos predijeron que la cantidad podría aumentar en los primeros meses de la presidencia de Biden, como respuesta al daño provocado por los dos huracanes que azotaron a Centroamérica y los estragos económicos que ha ocasionado la pandemia de coronavirus, así como la expectativa de un enfoque más humano a la inmigración por parte del gobierno de Biden.

Tanto Sullivan como Rice dijeron durante su entrevista con EFE que Biden tomará acciones ejecutivas donde sea posible para abordar los problemas con el sistema de inmigración, y destacaron unos planes para proporcionar ayuda humanitaria y ayudar a impulsar las economías latinoamericanas con el fin de abordar la causa de origen del flujo de inmigrantes que buscan llegar a Estados Unidos.

 

Por COLLIN BINKLEY, ALEXANDRA JAFFE y JONATHAN LEMIRE

El presidente electo Joe Biden eligió al comisionado de educación de Connecticut Miguel Cardona como su secretario de Educación.

La elección de Cardona por parte de Biden, aún no anunciada oficialmente, fue confirmada por tres personas familiarizadas con la decisión del mandatario electo pero que no estaban autorizadas para anunciarla públicamente.

Cardona, de 45 años, creció en un complejo habitacional en Meriden, Connecticut, y asistió a varias escuelas públicas de la ciudad antes de regresar a trabajar como maestro de cuarto grado de primaria en el distrito en 1998. A los 28 años se había convertido en el director más joven del estado, antes de ascender hasta el cargo de asistente del superintendente del distrito.

Cardona ha dicho que ingresó al kindergarten hablando sólo español y que tuvo problemas para aprender inglés.

Como educador, ha dedicado su trabajo a mejorar la educación de los estudiantes de inglés y a cerrar las brechas de rendimiento entre los estudiantes de razas no blancas y sus compañeros blancos. Ambos problemas han sido luchas perennes en Connecticut, que durante décadas ha tenido una de las brechas de rendimiento más amplias de la nación.

Cardona fue nombrado para el máximo puesto a cargo de la educación del estado de Connecticut apenas unos meses antes de que estallara la pandemia de COVID-19 en marzo.

Cuando las escuelas pasaron a la enseñanza remota, Cardona hizo posible que se entregaran rápidamente más de 100.000 computadoras portátiles a estudiantes de todo el estado. Desde entonces, sin embargo, ha presionado a las escuelas para que vuelvan a dar clases presenciales, alegando que no es bueno mantener a los estudiantes en casa.

Si es confirmada su designación, su primera tarea será expandir ese esfuerzo a todo el país. Biden se ha comprometido en reabrir la mayoría de las escuelas estadounidenses al final de sus primeros 100 días en el cargo. Biden ha prometido nuevas pautas federales para la reapertura de las escuelas y una campaña a “gran escala” de la secretaría de Educación para identificar y compartir las mejores formas de enseñanza durante una pandemia.

Cardona y su esposa, Marissa Pérez Cardona, tienen dos hijos.

 

Por KEVIN FREKING y ANDREW TAYLOR

WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump arremetió contra el paquete de ayuda bipartista contra la pandemia por 900.000 millones de dólares que fue aprobado recientemente por el Congreso e insinuó que podría no firmarlo.

En un video que tuiteó la noche del martes, Trump se quejó que la propuesta otorgaba demasiado dinero a países extranjeros, pero no los fondos suficientes para los estadounidenses.

La propuesta provee un pago de 600 dólares para la mayoría de los estadounidenses, pero Trump dijo que está pidiendo al Congreso una enmienda e “incrementar los ridículamente bajos 600 dólares a 2.000, o 4.000 para una pareja. También le solicito al Congreso que se deshagan de artículos innecesarios y excesivos de esta legislación y me envíen una propuesta más adecuada”.

El paquete de ayuda fue parte de un disputado acuerdo que incluye 1,4 billones de dólares para el financiamiento de agencias gubernamentales hasta septiembre y contiene otras prioridades de la sesión final como fondos para sistemas de tránsito en problemas monetarios, un incremento en beneficios para subsidios alimenticios y alrededor de 4.000 millones de dólares para ayudar a otras naciones a proporcionar una vacuna contra el COVID-19 a su población.

El paquete de ayuda fue presentado la tarde del lunes y fue aprobado en ambas cámaras en cuestión de horas a medida que los legisladores trabajaban para cerrar los libros de este año. Mientras que muchos de los legisladores se quejaron de tener poco tiempo para leer la propuesta, la aprobaron por amplio margen en momentos en que negocios locales y sus constituyentes buscan asistencia económica contra la pandemia.

El Senado aprobó el paquete en una votación de 92-6 luego de que la Cámara de Representantes hiciera lo propio por 359-53. Dichos totales serían suficientes para impedir un veto en caso de que Trump decida dar ese paso.

Después de varios meses de politiquería y divisiones políticas en torno a un paquete de ayuda, el estancamiento quedó de lado una vez que el presidente electo Joe Biden instó a su partido a aceptar un compromiso con la cúpula republicana y acceder a una cantidad menor a la que pretendían muchos de los demócratas.

La medida establecerá un subsidio temporal de 300 dólares semanales suplementarios por desempleo y un pago directo de 600 dólares de estímulo para la mayor parte de los estadounidenses, junto con una nueva ronda de subsidios para los negocios, restaurantes y salas de espectáculos más afectadas, así como fondos para escuelas, proveedores de servicios de salud e inquilinos en riesgo de ser desalojados.

 

Por ANDREW TAYLOR

WASHINGTON (AP) — El Congreso de Estados Unidos aprobó el lunes un paquete de 900.000 millones de dólares en ayuda por la pandemia que finalmente incluye la entrega de dinero en efectivo a negocios e individuos, así como recursos para vacunar a una nación que enfrenta un escalofriante repunte en casos y fallecimientos por COVID-19.

Los legisladores conjuntaron el paquete con un proyecto de ley de gastos por 1,4 billones de dólares y miles de páginas de otros asuntos en un fardo masivo de legislación bipartidista, mientras el Capitolio se alista para concluir sus labores del año.

El paquete de ayudas, presentado el lunes por la tarde, cumplió los trámites parlamentarios en cuestión de horas. El Senado lo aprobó por 92 votos a favor y 6 en contra después de que la Cámara de Representantes lo hiciera también con una gran mayoría, por 359 a favor y 53 en contra . Fue el toque bipartidista final a meses de partidismo y politiqueo en los que los legisladores forcejearon sobre la cuestión del apoyo a la población, atolladero que se resolvió después de que el presidente electo Joe Biden exhortó a su partido a aceptar una solución negociada con los líderes republicanos que es menor a lo que muchos demócratas hubieran querido.

El proyecto de ley combina fondos para combatir el coronavirus con apoyo financiero para individuos y negocios. Establecería un pago temporal adicional de 300 dólares semanales para los desempleados y un estímulo directo de 600 dólares para la mayoría de los estadounidenses, junto con una nueva ronda de subsidios para las empresas, los restaurantes y los teatros afectados, al igual que dinero para escuelas, proveedores de servicios de salud e inquilinos que enfrentan deshaucio.

El proyecto de ley de 5.593 páginas —por mucho el más grande de la historia— fue acordado el domingo tras meses de disputas, simulaciones y negociaciones postelectorales que impidieron se concretaran diversas exigencias demócratas conforme se acercaba el final del período de sesiones del Congreso. Biden estaba ansioso de que se llegara a un acuerdo para poder proporcionar ayuda a la gente que sufre e impulsar la economía, aunque fue de menos de la mitad de lo que querían los demócratas en el otoño.

“Este acuerdo no incluye todo lo que quiero, por mucho”, dijo el demócrata Jim McGovern, presidente de la Comisión de Normas, una añeja voz en el ala liberal del partido. “Frente a nosotros está una disyuntiva simple. Es acerca de si ayudamos a las familias o no. Es acerca de si ayudamos a los pequeños negocios o no. Es acerca de si impulsamos las prestaciones (de cupones de alimentos) y fortalecemos los programas contra el hambre, o no. Y si ayudamos a los que enfrentan la pérdida de un empleo o no. Para mí, esta no es una decisión difícil”.

Mientras tanto, el Senado también se encaminaba a aprobar un proyecto de ley provisional de una semana para evitar un cierre parcial del gobierno a medianoche y darle tiempo a Trump para que firme el amplio proyecto de ley de gastos.

El secretario del Tesoro Steven Mnuchin, un negociador clave, dijo en CNBC el lunes por la mañana que los pagos directos comenzarán a llegar a las cuentas bancarias la próxima semana.

Los demócratas prometieron que habrá más ayuda una vez que Biden asuma la presidencia, pero los republicanos parecían preferir aguardar a ver cómo se desenvuelven las cosas. Por lo pronto, la medida financiaría al gobierno hasta septiembre.

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Entrevistas con El Vocero Hispano: Oasis Legal Group // Abogado Jairo Hernandez

Andrés Abreu entrevista al abogado Jairo Hernández de la firma Oasis Legal Group. Hernández es especializado en asuntos de inmigración y estará ofreciendo sus servicios en Grand Rapids. Su oficina está localizada en la 250 Monroe Ave NW en la suite 400, oficina 440 y estará abierta publico a partir del 1 de octubre.

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